El Museo Municipal Ramón María Aller de Lalín será escenario, hoy, a las 20.00 horas, de la presentación del último libro de Dolores González, Loliña, con el que la autora viguesa pretende rendir homenaje personal al artista cruceño Paco Lareo recientemente fallecido dentro de la programación cultural del Concello de Lalín. Loliña es maestra de profesión y comenzó a escribir en gallego a los 16 años, aunque no fue hasta hace poco cuando se atrevió a publicar su producción poética.

-¿Desde cuándo le gusta leer y escribir poesía?

-La poesía me gusta desde los diez años. Recuerdo que entonces ya me atraía mucho. Además, a mi la rima me viene dada porque yo tenía un bisabuelo que hablaba en versos, y a mi padre tampoco se le daba mal. En el Bachillerato componer poemas era mi ilusión, me encantaba escribir y muchas de mis compañeras me encargaban redacciones que hacía encantada.

-O sea, que estaba predestinada a ser una poetisa...

-Mira, a los 17 años don Santiago Barreiro, un conocido profesor de Cangas, me dijo en el barco de Vigo a Cangas que me presentara a un concurso literario en Santiago, pero me dio tanto miedo hacer el ridículo que no fui capaz de entregar el manuscrito. De hecho, jamás pensé que podría llegar a publicar. En 2003, mi hija pequeña me animó a presentarme a un concurso que no gané y, también, al Arume de poesía infantil que tampoco. Ese mismo, a la salida del acto en el que nombraron Hijo Predilecto de Pontevedra a Alexandre Bóveda una de sus parientes le dijo a un señor que me publicara un libro porque era poetisa, y resulta que era el presidente de la Deputación. Así fue como conseguí editar mi primer libro O fume do loureiro.

-¿Cuándo entra en contacto con la Fundación A Solaina de Piloño?

-Si no recuerdo mal conocí a Paco Lareo en el 2006 y, antes, a través de Pousa Antelo, que me habló muy bien de la fiesta de verano que tiene lugar en A Solaina. Cuando llegué a Vila de Cruces me encontré con ese maravilloso mundo y con una gente excepcional en todos los sentidos. Recuerdo que a María Golmar y a Carmen Lareo les gustó mi poesía, y siempre procuré asistir desde entonces. Tengo que reconocer que en A Solaina me han hecho sentir como en mi propia casa.

-¿Cómo recuerda al malogrado Paco Lareo?

-Como una persona muy entrañable. Me pasó una cosa curiosa cuando murió porque lo quise mucho más cuando vi su cadáver. ¡Me conmovió tanto! Era una persona encantadora, tanto él como su hermana. Son lo que se conoce como gente de casa.

-Al parecer, su presencia en Lalín está relacionada con la exposición de Raúl Velloso.

-A Raúl le pasa como a mi, nació en Vigo, aunque es de Cangas. Él fue el encargado de ilustrar mi libro y, puesto que no se puede comprar, me suele invitar a presentarlo dónde él expone.