El forense Fernando Serrulla Rech ha reconstruido la imagen de Manuel Blanco Romasanta, el "hombre lobo" de Esgos, 150 años después de su muerte, partiendo de "datos científicos y artísticos". Serrulla tomó como referencia las descripciones que figuran en la causa sobre Romasanta, de carácter métrico y fisonómico, aportados principalmente por facultativos de la época.

Los médicos que intervinieron en el proceso, describen la tez, la cara, la barba, el pelo, la calva y el color de los ojos del hombre lobo. Serrulla explica que, a partir de todos esos elementos, "hemos hecho una escultura, y a partir de la escultura confeccionamos un retrato", como "una forma de aproximarnos a conocer lo que pudiera ser el rostro de Romasanta, pero no es una reproducción fiel de cómo era". Eso es lo que suele ocurrir en las aproximaciones faciales forenses: "Siempre hay una parte científica y una parte artística", agrega el forense.

Los médicos que intervinieron en la causa resaltan que Romasanta tenía la mirada "altiva y a la vez serena", también dicen que "a veces tenía una mirada dulce", hablan de la calva, del color de los ojos, de que tenía un lunar en la cara, del "aspecto trigueño" del color de la piel, las piernas gordas y su baja estatura.

En cuanto a la iconografía, Fernando Serrulla reconoce que hasta la fecha "solo había dos imágenes" sobre Romasanta: el retrato robot elaborado por el comisario Luis García Mañá y el retrato encontrado por los hermanos Cástor y Félix Castro Vicente en un periódico de la época.

Los hermanos Castro afirman que el retrato confeccionado por Serrulla es "la mayor aproximación que se puede realizar" a la imagen de Romasanta. Sin embargo, el propio forense insiste: "Esto no es una reconstrucción fiel, sino una aproximación a cómo pudiera ser, porque hay un gran número de elementos faciales que tenemos que inventarlos". En este sentido, señala: "No sabemos exactamente cómo era la morfología de la nariz, la posición de los ojos y muchos elementos que son característicos del rostro de una persona, que no los tenemos. Pero en base a los datos métricos, nosotros creemos que lo que hemos hecho responde métricamente a cómo era Romasanta".

Por todas estas razones, Fernando Serrulla admite que no sabe si Romasanta se reconocería en el último retrato.