Una cabalaza gigantesca, de 2,4 metros de perímetro y 110 kilogramos de peso, fue la gran atracción de la XXI Feira da Castaña, que tuvo lugar ayer en Vila de Cruces. "Tenía una más grande, pero la regué mucho durante el verano y se pudrió", manifiesta su cultivador, José Alonso, de la parroquia arzuana de Dombodán, el único expositor presente de fuera del municipio cruceño. ¿El secreto de tamañas dimensiones? "Depende del terreno, de lo que coma, el abono, y de que le dé el sol", apunta un vecino. La calabaza no será conservada como adorno o recuerdo. "Hay que abrirla para coger la semilla, y algo se comerá", indica Alonso.

Pese a tan magnífico ejemplar, el productor de Dombodán quedó último de los nueve presentes ayer en la Praza Juan Carlos I. El jurado -formado por cinco personas elegidas al azar por el concejal de Medio Rural, Andrés Lareu- puntuó el conjunto de los productos expuestos por cada participante y en el caso de José Alonso solo tenía la calabaza. El ganador fue, por quinto año consecutivo, Albino Espiño, que lució media docena de calabazas de más de 50 kilos, una pequeña muestra de las "30 o 40 similares" que aún crecen en su finca de Piloño. Aunque son aptas para consumo humano, las utiliza para alimentar a los cerdos y a las gallinas que ponen los huevos con los que fabrica las afamadas rosquillas de Dora. En su puesto podían verse también castañas, nueces, puerros, tomates, remolachas, cebollas, maíz, distintas variedades de pimientos o incluso perejil.

Como ganador de la muestra, Albino Espiño escogió una cena para dos personas en el restaurante O Forno, entre los veinticinco regalos donados por los comerciantes de Vila de Cruces. En segundo lugar quedó Luisa Quinteiro, de Carbia, que se decantó por un lote de libros; y tercera fue Carmen Pol, de Oirós, que eligió uno de vinos. Los siguientes puestos fueron para: José Mendoza (Añobre), Luis Rodríguez Lucho (Piloño), Ainoa Prieto (Loño), José Castro (Bodaño), Mª Concepción Vázquez (Larazo) y el citado vecino de Dombodán. Hubo una mención especial para Rosquillas Dora por participar en la feria. Los diez productores fueron eligiendo regalos por orden de clasificación hasta que se agotaron.

Los premios fueron desvelados por el alcalde, Jesús Otero, y entregados por los ediles José Luis Villaverde Gestal, Beatriz Iglesias, José López y el propio Andrés Lareu. Este acto puso fin a una mañana de feria en la que se repartieron gran parte de los cerca de 300 kilos de castañas adquiridas por el Concello -algunas se reservan para ofrecer magostos en los tres colegios del municipio esta semana- y 100 litros de vino. Las gaitas de Punteirolo pusieron música a la feria.