Pintor, escritor, cineasta, dramaturgo, poeta. Y músico. El poliédrico Eugenio Granell, genio del surrealismo gallego, cumpliría hoy cien años y lo hace mostrándonos una faceta inédita: la de compositor. Unos cuadernos de anotaciones musicales encontrados entre el numerosísimo legado que aún está en periodo de catalogación en la fundación santiaguesa que lleva su nombre fueron el germen de un proyecto para profundizar en esta nueva dimensión del creador que hoy ve la luz.

"Miniaturas de Eugenio Granell. Música Revelada" es un triple proyecto que, dirigido por Ramóm Pinheiro, consta de la publicación de una investigación sobre el trabajo musical del autor realizada por la profesora de Historia del Arte viguesa Sonsoles Hernández; un segundo libro con las más de doscientas anotaciones musicales de Granell y un disco grabado bajo la dirección del pianista cubano Alejandro Vargas.

Tras la presentación del proyecto hoy en la Fundación Granell, el Centro de Innovación Cultural de la Cidade da Cultura acogerá el domingo (12.00 horas) el concierto de presentación de este disco, que está interpretado por una banda base de cuatro músicos -Vargas (piano), José Manuel Díaz (contrabajo), Lar Legido (batería) y Mónica de Nut (voz)- y la colaboración de otros (viola, gaita, zanfona...) para momentos puntuales. "Elegimos a un músico caribeño intérprete de jazz, por un lado, e instrumentos como la gaita y la zanfona, por otro, para plasmar la ideología de Granell, muy interesada en el indigenismo y en las músicas populares", explica Ramom Pinheiro, director de ACentral Folque. "En sus melodías se reconoce la inspiración popular gallega y otras ideas propias de su universo creativo; Vargas respeta las partituras pero las reinterpreta con su estilo", añade.

El grupo llevará la música de Granell por las principales ciudades de toda Galicia pero, según el director del proyecto, "nace con un afán internacional y, tras España, Portugal y Francia, ya estamos en conversaciones para actuar en diversos centros de arte que tienen obra de Granell en República Dominicana, Nueva York o Guatemala".

Las anotaciones musicales de Granell son todas para violín y guitarra y solo una para piano. "Son los instrumentos que tocaba Granell, en su propio estudio, cuando pintaba", describe Pinheiro.

El pintor demostró desde pequeño una gran predisposición para la música y en 1928 se trasladó de Santiago a Madrid para cursar sus estudios de violín. Llegó a ser primer violín de la Sinfónica de Santo Domingo. Sin embargo, hasta ahora nunca se había estudiado su creación musical. Los investigadores han encontrado también numeroso material de Granell como crítico musical, "que podrían dar lugar a otro libro", concluye Pinheiro.

"Eugenio Granell baixo o signo da música" es el resultado de la investigación que, durante casi dos años, llevó a cabo la historiadora viguesa Sonsoles Hernández a partir de las numerosas anotaciones musicales de Granell halladas en su Fundación. "El punto de partida fue azaroso por la ingente cantidad de material en proceso de catalogación que existe todavía sobre Granell. El creador era muy cuidadoso y tenía su propio archivo con recortes de prensa y multitud de materiales", describe la investigadora.

Hernández recuerda que las notas musicales encontradas "las realizaba Granell de forma íntima, sin pretensiones; no es equiparable a su obra plástica". Sin embargo, "resultan muy reveladoras para comprender su dimensión artística en su totalidad, ya que toda su obra, como buen surrealista, responde a un mismo impulso creativo, y nos permite completar el puzzle de su compleja personalidad.