La teoría no sirve, la experiencia sí. Muchas empresas desconfían de quienes poseen amplios conocimientos académicos, y van en busca de quienes demuestran que han conseguido resultados. Nadie discute la importancia de la educación universitaria pero necesitamos otro tipo de enseñanzas que solo la experiencia puede brindarnos. Ideas como estas fueron vertidas ayer por el escritor, traductor literario y editor Iñigo García Ureta en Club FARO.

Presentado por el periodista Pablo López, su tesis es que la gente no necesita más conocimientos siempre sino saber cómo aplicarlos. Por eso continúan publicándose libros sobre dietas o sobre dejar de fumar. Todo el mundo sabe que es una estupidez, pero se sigue haciendo. Lo importante de las ideas no es tanto tenerlas como aplicarlas".

García Ureta, que acaba de editar "Lo que la universidad no enseña. 10 lecciones sobre la vida" (Paidós), dice que hay un lugar donde la teoría y la práctica, el conocimiento y la experiencia, terminan juntándose, como es la última lección que reciben los universitarios estadounidenses. Son discursos pronunciados por personajes muy populares y de gran éxito, algunos de los cuales han trascendido con mucho el ámbito en el que se pronunciaron, como fue el discurso de Steve Jobs en Stanford. Revisándolos ha rastreado una serie de claves que, según él, nos permiten desenvolvernos con éxito en el nuevo mundo, y de las que no se habla en la universidad.

Amarás la vida

Insiste este escritor en que a estas alturas, nadie discute la importancia de la educación universitaria pero es la propia experiencia vital la que te hace madurar, enfrentarte a las situaciones más insospechadas, a sacar lo mejor de ti y, en definitiva, a hacer más feliz. García Ureta ofrece un decálogo, a través de las lecciones extraídas de estos conferenciantes "fin de carrera". Una, amarás la vida sobre todas las cosas y tendrás muy claro que son cuatro días por mucho que finjamos que vamos a vivir mil años. Dos, agradecerás los palos que te dé la vida, porque estos te harán más humano. La única forma de aprender es cometiendo errores.

Tres, serás constante. Cuatro, serás responsable: lucharás con todas tus fuerzas contra el cinismo. Cinco, celebrarás la incertidumbre porque es un punto de partida. Seis, buscarás tu propio camino, pese a quien pese. Siete, no vivirás solo para el futuro. Ocho, no perderás el sentido del humor, pase lo que pase. Nueve, te divertirás para ser libre. Y diez, honrarás tu lugar en el mundo celebrando un adverbio: aún. Aún hay tiempo. Aún estamos aquí

Habló de empresarios como Richard Branson, fundador de Virgin, que según los papeles de Wiki Leaks comentó en China que los universitarios británicos no daban la talla en el mundo real, porque estaban demasiado educados. Para García Ureta, estas críticas tienen algo de cierto, toda vez que la sobreprotección a la que se somete a los alumnos sólo consigue que tengan miedo de vivir la vida. "Cuando J.K. Rowling -dice-, probablemente la novelista más rica del mundo, acudió a Harvard, habló de los beneficios del fracaso, precisamente porque muchos de los alumnos seguían pensando que el logotipo de Harvard en sus chaquetas iba a hacer que su carrera profesional fuese exitosa. Pero no es así, las cosas no están controladas y suelen escaparse a nuestro poder. Por eso hay que ser capaces de arriesgarse. Y si fracasas, tendrás la oportunidad de cambiar de opinión y de quitarte una idea errónea de la cabeza".

Es muy extraño que todas las cosas te vayan bien en la vida, señala García Ureta. Porque a lo mejor te va bien en el trabajo, pero no con tu pareja, o quizá porque cuando por fin llegas a tener una existencia como la que estabas buscando, se te muere un familiar? Las cosas se escapan a nuestro control, asegura García Ureta, "por lo que resulta esencial que nos acostumbremos a celebrar la incertidumbre y hacer de la necesidad virtud. No saber qué va a pasar es sólo un punto de partida, que en un mundo lleno de cambios nos visita antes o después. Siempre habrá algo que no sepamos, por lo que lo esencial es no dejarnos vencer, y ser capaces de actuar. La incertidumbre siempre nos lleva al movimiento".