Le gusta llamarle a su música "rock lunático", jugando con el significado de su nombre artístico. La viguesa Patricia Argüelles, conocida en el mundo musical como Patricia Moon. Un mes después de que la cantante, pianista y violinista viguesa acompañase en los escenarios de Ourense y Vigo a Ken Stringfellow, líder de The Posies y colaborador de varios discos y giras de los legendarios R.E.M., el músico norteamericano quedó tan satisfecho que ha fichado a la viguesa para su próxima gira de primavera-verano en España.

El violín lunático de Patricia Moon fue el complemento perfecto para Stringfellow, cuyo último álbum se titula "Dancing in the moonlight". Por esa conexión selenita, la viguesa se convirtió en la hermana luna del californiano en el escenario del Café & Pop Torgal de Ourense y en La Iguana de Vigo. "Conociendo mi álbum, tener una chica llamada Moon en el escenario fue demasiado -comentó el norteamericano en su blog-. Su aproximación latina a las canciones fue muy excitante".

Además de elogiar a Patricia Moon, Stringfellow habló maravillas de la oreja que comió en Ourense, del licor café que bebió en Vigo y del llenazo en La Iguana, donde llegó a subirse a las pasarelas para mezclarse con el público. En La Iguana interpretó con Patrica Moon una épica "Lover's hymn", entre otras canciones, y compartió copas con el grupo local Martynez.

Otro de los recientes logros de Patricia Moon ha sido intervenir, el pasado 12 de diciembre, en El Intermedio, el programa de La Sexta que presenta el Gran Wyoming. Esa misma noche actuó en la sala Costello de Madrid.

Dotada de un timbre de voz muy peculiar, áspero y misterioso, Patricia Moon cita como referentes de su música a clásicos como Tom Waits, Nina Simone, Shirley Bassey, Ella Fitzgerald y Leonard Cohen.

Después de militar en el grupo de swing Trem Fantasma y colaborar con el británico Matt Elliott, que le animó a componer sus propios temas, Patricia Argüelles apareció en los telediarios de medio mundo cuando se encerró con su violín en una gran urna de cristal en pleno centro de Madrid. Llegó a aparecer en el mítico magazine televisivo estadounidense "Good Morning America", con una audiencia de varios millones de espectadores.

Si su primer álbum, "El pescador de estrellas", un trabajo de raíz acústica producido por Paco Ortega, mostró la influencia de Berlín, donde vivió por una temporada, este segundo trabajo, "Oxytocin", recoge el influjo de la música de Estados Unidos, de donde ha regresado tras formarse en el prestigioso Berklee College de Boston. De nuevo Paco Ortega es el responsable de la producción, esta vez con profusión de guitarras eléctricas, que toma su título de la llamada "hormona del amor", la oxitocina. "La segregas al principio de una relación y luego desaparece -ha explicado a VISADO la artista-. En el disco hablo del amor como química y también de la muerte". Sobre ella compuso el tema "Who dares to bribe death"("Quién se atreve a sobornar a la muerte"). Entre los ocho cortes, con letras en inglés, hay también una canción dedicada a Vigo, "Oh my home", y un corte que lleva por título la calle de Boston en la que vivía, "Linden Street".

Es un disco menos oscuro y más comercial que el primero, aunque Patricia Moon mantiene un estilo personal difícil de clasificar y de asimilar al simple y puro rock and roll, con ecos de swing y de música clásica y la aspereza típica de Tom Waits. Su sello presume de que Patricia Moon aúna en "Oxytocin" la rabia de Patti Smith, las elegancia de Nina Simone y Shirley Bassey, la clase de Martha Wainwright y el muro de guitarras de Foo Fighters.

Patricia Moon quiere conquistar la luna, pero primero quiere ser profeta en su tierra.