Escenarios casi desnudos, vacíos en la trama que el espectador debe rellenar, finales abiertos... Las obras del dramaturgo y director José Sanchis Sinisterra (Valencia, 1940) persiguen desconcertar al espectador y mantenerle en tensión en su butaca. Cristina Ferradás, licenciada en Filología Hispánica y exalumna del máster en Artes Escénicas, disecciona la obra breve del que está considerado uno de los renovadores del teatro español en una investigación con la que obtuvo, ex aequo con otro trabajo, el IV Premio Internacional Artez Blai. Tras imponerse a más de 40 originales enviados desde Argentina, EE UU o México así como de diferentes puntos de nuestro país, su obra acaba de ser publicada.

"En sus obras, el espectador tiene que hacer los deberes y ser casi un cocreador. Lo que más le gusta a Sanchis es romper los esquemas y no sigue el orden habitual de principio, desenlace y fin. Él sostiene que el público no puede ser un televidente y que el teatro siempre saldrá perdiendo si intenta imitar a la televisión o al cine. Debe explotar al máximo eso que lo hace único, que es el encuentro esencial que se producen entre un actor, un texto de calidad y el espectador", explica Ferradás.

Ella misma tuvo que releer varias veces algunas de las obras breves estudiadas -que no suelen durar más de 5 o 10 minutos- hasta "dar con la clave y que todo acabase encajando".

"En ocasiones, el texto solo ocupaba una página y el personaje ni siquiera tenía nombre. Sanchis escribe obras con huecos que la gente debe rellenar y los actores apelan a veces al público para generar su desconcierto. Cambia los mecanismos de interacción habituales y utiliza escenarios casi vacíos para subrayar el poder de la palabra", destaca.

"Mientras otros se quejan del declive del teatro y de la falta de subvenciones", añade Ferradás, "Sanchis Sinisterra siempre está buscando cosas nuevas y potenciando la creatividad". Un ejemplo de su incesante actividad intelectual fue el traslado en 2011 a Madrid desde Barcelona, donde había creado en 1977 el pionero Teatro Fronterizo, para apostar por un nuevo centro de creación e investigación teatral gestionado sin ayudas públicas.

Ubicado en un local de Lavapiés llamado La Corsetería, Nuevo Teatro Fronterizo le valió el año pasado el Premio Max de la Crítica por su impulso a las artes escénicas contemporáneas iberoamericanas.

"Es un autor muy prolífico y premiado. Un gran maestro para los jóvenes dramaturgos. Una de las cosas que más me gustan es su compromiso con la memoria. Algo que se refleja, por ejemplo, en su obra '¡Ay, Carmela!'. Sanchis cree que existe cierta amnesia progresiva y que, a medida que nos invaden las pantallas, el teatro se va haciendo más necesario. Entiende que es una responsabilidad de las artes escénicas hablar de los problemas de la sociedad y meter el dedo en la llaga", comenta Ferradás.

La investigadora mantuvo contacto con José Sanchis a través de correo electrónico mientras realizaba su trabajo: "Fue muy amable y me prestó su ayuda. Su teatro breve está poco estudiado y me dijo que por fin alguien se hacía preguntas interesantes sobre ello. También me propuso escribir el prólogo, aunque finalmente no pudo porque tiene muchos compromisos fuera de España".

Tras su prometedor comienzo en el ámbito de la investigación teatral, Ferradás inicia ahora una tesis sobre Sanchis Sinisterra en la que ampliará su campo de estudio al resto de obras y que estará dirigido por Manuel Ángel Candelas, profesor del departamento de Literatura Española y del máster de Artes Escénicas.

"Sanchis es un autor que escribe obras continuamente así como ensayos y artículos de investigación sobre ellas. Es un hombre de teatro muy completo. Tiene reflexiones valiosísimas y en las que él respira", apunta Ferradás.

La filóloga ya ha disfrutado en directo con varias representaciones de dos de sus obras más conocidas -"¡Ay, Carmela"! y "Ñaque, o de piojos y actores"-, pero planea desplazarse a Madrid para visitar el Nuevo Teatro Fronterizo y empaparse con el pensamiento de Sanchis.