El primer disco de Barón Rojo, que salió a la luz en 1981, "Larga vida al Rock´n Roll", fue premonitorio y se convirtió en el saludo oficial de la banda, cofundada por los hermanos Carlos y Armando de Castro. Más de treinta años después, los seguidores de la banda de heavy continúan coreando "Larga vida al Barón", frase que sin duda se volverá a escuchar mañana (22.30 horas) en el concierto que ofrecerá en la Estación Marítima y en el que presentarán su último disco, "Tommy Barón", adaptación de la ópera de The Who. Como teloneros, actuará Malkeda.

-¿Adaptar la ópera de The Who a Barón Rojo ha sido su mayor reto?

-Ha sido especial y arriesgado, dado lo difícil que es hoy poner un disco en la calle con lo reacia que es la gente a comprar música. "Tommy" nos gusta desde que salió, en los setenta, y la verdad, la adaptación no resultó tan complicado como nos parecía. Acabamos de interpretarlo íntegro en Madrid y en Vigo ofreceremos un set y después, una selección de clásicos.

-¿Cómo está acogiendo los seguidores de Barón Rojo este nuevo trabajo tan distinto a todo lo que ha hecho hasta ahora?

-En un principio, extraña un poco pero vemos que a la gente sí le está gustando. Y posiblemente en directo les guste aún más, aunque al ser una obra conceptual es complicado llevarla a un concierto.

-Han cumplido 30 años sobre el escenario, algo que no muchas bandas pueden decir y menos las que empiezan ahora...

-Tal vez porque tal y como está el mundo del disco hay que pensárselo mucho antes de meterse. La gente que se descarga música ilegalmente no se ha parado a pensar que haciendo eso, con el tiempo desaparecerá la música creada y solo habrá una especie de compañías que se dedicarán a sacar catálogo antiguo porque con el trabajo y la inversión que requiere ¿quién pone un disco nuevo en la calle? Nosotros hemos tenido mucha suerte porque hemos vivido la mejor época del rock.

-¿Y hoy?

-No se puede decir que sea mala musicalmente. Lo es para el disco. El directo, a muchos niveles, está funcionando, aunque por la crisis la gente también tenga que elegir entre varios conciertos a cuál ir. Pero no hay promoción y solo te queda coger la carretera para hacer actuaciones y las pocas revistas de música que quedan.

-¿Siguen disfrutando sobre el escenario igual que el primer día?

-Desde luego, y además es nuestro medio de vida.

-Ustedes ya llenaban estadios en los ochenta. Sin embargo, parece que solo se habla de la movida...

-Nosotros siempre vivimos bastante enfrentados. La movida era algo más mediático y comercial. Para mucha gente fue un montaje de moda, un estilo de vida.

-¿El rock no lo es?.

-Sí, pero el rock es para gente auténtica, que se lo cree; no es algo que me gusta hoy y mañana no. Es una forma de vida, una forma de sentir la vida, donde el rock tiene un papel para siempre.

-¿Sería capaz de decirme cuántas canciones tiene la banda?

-La verdad es que nunca nos ha dado por contarlas, pero calculo que unas 150.

-¿Y se tienen preferidas?

-Sí, pero cuando has tocado tanto tiempo hay muchos temas que tienes que ir quitando del repertorio porque no puedes mantenerlos todos.

-Dígame tres que no pueden saltarse en un concierto...

- "Hijo de Caín", "Incomunicación" y "Los rockeros van al infierno".

-Esto solo es el título de una canción, ¿no?

-Bueno, no lo sabemos. Supongo que no, aunque ha quedado la imagen de AC/DC de los cuernos y los tridentes, con la que se nos relaciona a todos. Pero no tenemos problemas con eso.