Las casetas del Festival de Cortometrajes de Cans fueron durante las anteriores ediciones de plástico reutilizadas de puestos de helados o bebidas. Este año el festival puso en marcha "Cans proxecta", un proyecto con el que pretenden cambiar parte de las infraestructuras del certamen a lo largo del tiempo y se ha comenzado por tres instalaciones diseñadas por profesores y alumnos de la titulación Arquitectura de Interiores de la Universidad de A Coruña, a través de la asignatura Arquitecturas Efímeras.

Ayer tarde las piezas estaban casi terminadas. Juan Maceiras aportó su forma de trabajar, que no ha perdido a pesar de sus 82 años, mostró su agilidad, sus trucos de maestro y sus herramientas para montar los elementos. Otros vecinos, como Tito o Serafín, apoyaron en sus especialidades para hacer realidad unos elementos que recuerdan los primeros pasos del cine cuando era ambulante y los carromatos de los viejos titiriteros, al montarse sobre remolques y que gracias a sus ruedas podrán ser llevados en poco tiempo a la carretera nacional 120, cuando esta, sea cortada al tráfico en la tarde del día grande del festival.

Uno de los profesores que apoya el proyecto es el arquitecto Luciano G. Alfaya, natural de Ponteareas, y que se dejó inundar por el entusiasmo de Cans con su festival. "Creo que esta parroquia tiene peculiaridades que no se encuentran, invención, entusiasmo y un afán de colaboración único, que merecen nuestro apoyo", indica mientras suda colaborando en el montaje. Alfaya, junto a la también profesora Patricia Muñiz, son referentes de la arquitectura gallega, a través del Estudio Mmasa con oficinas en A Coruña y Ponteareas y han logrado entre otros, el premio COAG de ordenación do territorio. Los otros dos profesores involucrados son los arquitectos Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera, que han internacionalizado sus trabajos desde Vigo, y su obra fue expuesta en MoMA de Nueva York y en la Bienal de Venecia. Los cuatro son "estrellas" de la arquitectura y se muestran sorprendidos por la respuesta de la parroquia a este proyecto.

Alfonso García "Pato" director del festival y "armadanzas" del 95% de lo que se mueve en la parroquia, según comentan los vecinos, se mostró convencido que el "Cans proxecta" de este año es el inicio "de algo que no solo será bueno para el festival sino para toda la parroquia..." "Creo que estamos en el inicio de algo muy grande", añadió.

También el alcalde de Porriño, Nelson Santos, acudió a la parroquia para ver en directo la evolución de la construcción de las casetas. El regidor aseguró que "lo que se está haciendo entra dentro de lo extraordinario, y debo felicitar al festival, a los voluntarios y a los vecinos por esa colaboración".

El objetivo de esta primera edición de Cans Proxecta fue la de proyectar instalaciones temporales para dar servicio a las necesidades del festival que, a través de su ubicación en la N-120, ayudaran a recuperar la importancia de esta carretera como zona de paseo y relación social.

Diez alumnos

En concreto desde el viernes diez alumnos de la facultad trabajaron con los organizadores del festival y varios vecinos en la construcción de estas tres estructuras: un puesto de información, otro de venta de entradas y otro de merchandising. Después de un proceso de diseño, basado en el material existente en la zona y varias visitas del alumnado a la parroquia, la construcción de las "Casetas de Cans" se hizo realidad.

Explican que la propuesta, que "mezcla los cines ambulantes con los carros y hace hincapié en la importancia de las carruajes en el cine", así se valdrá de su mecanismo para instalarse en pocas horas en la carretera que atraviesa Cans y liberarla igual en el final del festival sin dejar huella en el territorio.

Para hacer realidad el proyecto los participantes contaron además con la colaboración de empresas como Remolques Lano, de Ponteareas, que construyó las bases de las casetas a modo de remolque, Fercón Porriño, Maderas Hermanos Castro de Ponteareas y Pinturas Moltó de Porriño.

"Cans proxecta" seguirá en los os próximos años, fomentando la construcción de nuevos elementos efímeros que ayuden a mostrar lo que la villa puede ser. En la actual edición, la recuperación del uso colectivo de "la carretera", puede servir cómo experiencia piloto para facilitar que esta vuelva a ser la zona de paseo y relación social en la parroquia, como ya lo había sido muchos años atrás.

La prueba de fuego de las nuevas construcciones será el 25 de mayo, día grande del festival, en el que la localidad porriñesa será la capital de cine gallego.