Sinsal San Simón se despidió ayer de su público (más de 1.200 personas entre el sábado y ayer) alabado por los propios artistas que en él participaron. El 'hombre-orquesta de Manchester Denis Jones lo calificó de festival "especial"; mientras la madrileña Sole Parody -voz de Le Parody- lo bautizó como "el festival más bonito de España". Fueron alabanzas para una cita que, ayer, tuvo como estrellas el taller de hortocosmética, el concierto de zanfona y latidos de corazón de Germán Díaz; y la improvisación en esencia de Jones (que se hartó de vender discos).

Este último -solo en el escenario con mesa de mezclas, guitarra y voz- encandiló al público a pesar de algunos problemas técnicos. En un primer momento, la luz frontal no le dejaba ver la mesa de mezclas. Lo que se subsanó con una gran sombrilla. Después, demandó continuos ajustes técnicos. Aun así, al público le pareció magistral su actuación.

Los conciertos de la jornada de ayer no siguieron los horarios ni los escenarios del día anterior, ofreciendo a Germán Díaz en el primer directo de la tarde cuando tocó su Método cardiofónico en el que mezclaba antiguos sonidos de corazón grabados en los años 30 del siglo XX con los de su zanfona y otros instrumentos peculiares que utilizan cartones perforados como partituras. El público aplaudió con ganas su selección, así como a los franceses Baden Baden y su denominado folk onírico.

Al igual que el sábado, se celebraron miniconciertos en espacios escondidos al mediodía de la mano de Mónica de Nut y Lucía Riveiros, entre otros. Esta última actuó en el cementerio de la isla, ofreciendo seis canciones de amigo de Martín Códax con zanfona y un toque contemporáneo de sintetizador. Su apuesta se vio reforzada con su peculiar puesta en escena, ataviada con un vestido palabra de honor de plástico fucsia reciclado de su cortina de baño. "Quería hacer algo rompedor; estoy cansada de que todo tenga que ser cuadriculado", explicó.

Fuera del plano musical, la actividad estrella fue el taller de hortocosmética en la que Lab (Laboratorio de Botánica Farmacéutica) ofreció gratis mascarillas para la piel con productos naturales. Cristina Anllo, arquitecto y paisajista urbana, señaló que "forma parte del proyecto medioambiental del festival. Aquí, tienen que traer las cosas en barco. Para reducir un poco la carga y los residuos, utilizamos los excedentes de catering y cócteles para hacer mascarillas frescas" a base de menta, fresa, pan sobrante, leche o plátano. Su compañera de taller, Josefina Anllo, realizó una tesis sobre usos cosméticos de las plantas tradicionales en Galicia tras entrevistarse con 400 mayores.

Por último, fue peculiar ver por última vez ayer al santo de la capilla de la isla con una zapatilla New Balance sobre su mano en una exposición de modelos de la marca.

Por último, asistentes como Patricia Verdial alabaron el programa del festival: "Es único. Para nosotros, es una visita obligada por la programación, la calidad y el entorno, así como las actividades para los niños. A mí, me compensa venir".