La Diputación de Pontevedra, igual que la Unión Ciclista Internacional UCI, están empeñadas en demostrar que las bicicleta no solo son para el verano. Así que nada más empezar el otoño y con los primeros temporales se celebra esta fiesta de la bicicleta en Moaña y el campeonato del mundo en Florencia. Y como los ciclistas son hombres y mujeres cuya afición por este deporte les lleva a hacer muchas cosas, pues que cayeran cuatro gotas no iba a ser excusa para quedarse en casa. Chubasquero, casco y a la calle a pedalear por la ruta prefijada. Las bicicletas serán o no solo para el verano, pero lo que está claro que es una afición que une a la familia. Así que ayer hubo familias enteras que salieron de casa subidas a la bicicleta. Ya se sabe que sigue siendo el primer vehículo que tiene un niño y que arde de deseos por mostrarlo en este tipo de acontecimientos. Tampoco faltaron los políticos. El alcalde y el concejal de Deportes, José Fervenza y Jorge Santomé, respectivamente, arrancaron con el pelotón en la alameda para dirigirse a Meira y regreso al paseo.

Hubo muy buen ambiente, mucha risa, alguna lluvia y justo el esfuerzo. Que no se trataba de ponerse a dar pedaladas para ganar el Tour de Francia, ni mucho menos la Vuelta, simplemente era saborear lo bien que sienta un paseo en bicicleta. Por cierto, que ayer se celebró el Día de las enfermedades cardiovasculares. que supone una de las tasas más altas de muerte en España. Al mismo tiempo que se daban estadísticas también se recomendaba andar en bicicleta.