'A Gran Bikedada' está aquí para quedarse. La primera edición de esta marcha impulsada por la firma Social Fan Manager en favor del proyecto humanitario Red Concordia, que la citada asociación gestiona para El Progreso (Guatemala), fue un completo éxito pese a las adversidades meteorológicas que hubo en la ciudad durante la jornada.

Casi 600 participantes tomaron parte de una fiesta del ciclismo abierto a todos los públicos. que comenzó a las 9 de la mañana en la céntrica rúa do Príncipe y que ofrecía hasta tres opciones de recorrido en función de los objetivos y de la forma de cada deportista, que se presentaban a una cita sin ningún afán competitivo.

No faltaron a la cita ilustres del ciclismo gallego como Álvaro Pino, Óscar Pereiro, Ezequiel Mosquera o Álex Marque, que no quisieron perder la oportunidad de compartir una bonita jornada con cientos de aficionados y colaborar en el proyecto solidario emprendido por los organizadores.

Todos ellos, salvo Pereiro, optaron por la modalidad más ambiciosa que ofrecía la organización, la del Gran Fondo, de 84 kilómetros y que ofrecía un recorrido desde Príncipe hasta el embalse das Eiras de ida y vuelta. Además, también estaban a disposición de los participantes la modalidad de 40 y la de 62 kilómetros.

El tramo central del recorrido llegó en la senda da Traída da Auga, que dejó las imágenes más atractivas de la jornada, con los participantes pasándolas canutas para superar las dificultades que originaba el barro causado por las fuertes lluvias caídas en Vigo durante los últimos días, que provocaron que la prueba fuera, si cabe, más dura de lo que ya por sí era por el circuito.

Así, fue habitual ver a los ciclistas cargar con sus bicicletas en los tramos de subida, llevarlas a pie para superar las dificultades que se encontraban a lo largo del recorrido, que provocaron algunas averías sin mayor importancia. Todo quedó olvidado a la conclusión de la Bikedada, en las que los participantes se reunieron para confraternizar y charlar sobre la experiencia vivida durante toda la mañana alrededor de una taza de caldo, el colofón perfecto a la jornada solidaria y deportiva.

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