Alrededor de 200 personas, en su mayoría de la comarca y medio centenar llegadas desde Vigo en barco, participaron ayer en la marcha a pie y en bicicleta para reivindicar la recuperación del Camino Real entre Moaña y Cangas, una antigua arteria olvidada, que quieren convertir en una vía alternativa de conexión entre las estaciones marítimas de ambas localidades. La marcha fu convocada por la Asociación de vecinos de Tirán (Moaña) y el equipo de promotores de este proyecto de recuperación "Rurban Proyectos Participados", integrado por tres arquitectos de la comarca: Martín Barreiro, de Moaña; David Pereira, del mismo municipio; y María Novas, de Bueu.

Tal y como asegura Francisco Ferreira, miembro de la Asociación de vecinos, los participantes de Vigo quedaron muy sorprendidos de los resultados que podría tener esta ruta a la que se podría acceder desde la ciudad olívica en barco, como ayer hicieron, para recorrerla con sus bicicletas o a pie, realizando el trayecto entre las dos estaciones de ría. El camino tendría una longitud mayor que la antigua arteria, unos 5,100 kilómetros, ya que se ampliaría con los tramos urbanos de Moaña y de Cangas. En el caso del primero incluye todo el paseo de O Con, desde la estación, y el remodelado vial de A Masandía; y en el de Cangas, el paseo que arranca en la playa de Rodeira y que llega hasta la estación marítima.

Los participantes realizaron ayer, en una jornada de tregua respecto a los últimos temporales y en la que lució el sol, los cinco kilómetros que separan ambas estaciones de ría, con un recorrido que empezó a mediodía en Moaña, tras la llegada de los inscritos desde Vigo que lo hicieron en un barco de Nabia, con un precio especial de 4 euros. Desde la estación de Moaña enfilaron el paseo de O Con, se adentraron en A Masandía (Tirán), llegaron a Vilela, cruzaron la PO-551 hacia la capilla de Santo Domingo, volvieron a cruzar la carretera general por la Costa do Cuco y enfilaron por el paseo de la playa de Rodeira hasta la estación del barco en Cangas.

Los Concellos de Cangas y de Moaña ya demostraron su interés por recuperar este Camino Real que estaría marcado con un pavimento de color. Los promotores no creen que el hecho de que cruce en dos ocasiones la PO-551 suponga un problema para su desarrollo.