En Cromosaurio, moda y arte conforman un todo. Los fundadores del recién creado colectivo son Pelusa y Avi, nombres artísticos de Marta Ferrer y Miguel Méndez. Ella, titulada en diseño de moda; él, licenciado en Bellas Artes. Su trabajo en común se remonta al proyecto de fin de carrera de Pelusa, dirigido por Patricia Soto, de La Canalla. "Confeccioné una serie de prendas intervenidas con pintura y le pedí a Avi que me echara una mano, pintando sobre la tela y también en la elaboración de bordados", afirma la joven.

Tras esta primera experiencia decidieron crear Cromosaurio, un proyecto artístico que tiene su base de operaciones en La Caja, donde cuentan, además, con un espacio-tienda en el que venden sus creaciones.

El reciclaje de ropa y la intervención de prendas, desde el patrón o a través de la incorporación de técnicas pictóricas (gráficas, serigrafía, etc.), son las claves de su trabajo, que se refleja en piezas únicas originales y arriesgadas, "diseños muy figurativos con animales 'locos', personajes inventados y mucho color", explican.

Los dos jóvenes están actualmente embarcados en la creación de su propia marca de ropa y tienen previsto presentar su primera colección este verano. Encantados con el ambiente que se respira en La Caja, donde comparten espacio y experiencias con otros artistas, Pelusa y Avi decidieron poner en marcha talleres abiertos al público.

Así nació el Laboratorio Textil, que se celebra todos los viernes en La Caja. Por 5 euros (3 para los socios del espacio artístico), cualquiera puede llevar sus prendas y reinterpretarlas o 'intervenirlas' artísticamente, nutriéndose de los conocimientos de patronaje, costura o pintura de Cromosaurio y compartiendo inspiración, ideas y propuestas con los otros participantes. "Le abrimos nuestro taller a la gente y les proporcionamos máquinas de coser, la posibilidad de realizar serigrafías y un montón de ropa para reciclar y transformar", afirman.

La imaginación y la libertad creativa no tienen límites: crear monos a partir de jerseys y pantalones, transformar faldas en camisetas, crear decoraciones con retales o simplemente confeccionar un mantel son solo algunas de las posibilidades del Laboratorio. "Algunos vienen ya con una idea muy clara; otros asisten a clases de costura con modistas y buscan ahora un punto más creativo. Nosotros los asesoramos en cuestiones de diseño pero también en aspectos técnicos, para que puedan hacer productos de calidad y con buenos acabados", apostillan, al tiempo que anuncian la próxima apertura de nuevos talleres de serigrafía.

La segunda actividad organizada por Cromosaurio es el taller de calceta, que comenzó el pasado jueves en Detrás do Marco. El precio es de 30 euros y durante seis semanas, de 19.30 a 21.30 horas, los participantes tienen la oportunidad de diseñar y calcetar, en un ambiente distendido, su propio jersey de colores bajo la supervisión de Pelusa y Avi, que se encargan de enseñar los puntos, empezando por los más básicos, así como los trucos para que un buen diseño finalmente se refleje en una pieza única.