Miles de vigueses abarrotaron ayer el centro de la ciudad para despedir un inusual Entroido con su acto central: el desfile de comparsas. El obligado traslado de la cita, por las lluvias, le restó 13 comparsas, pero las otras 19 lucieron en una tarde de bochornoso calor ante más público que en pasadas ocasiones. Desde la organización no recuerdan otra edición con tanta afluencia y lo atribuyen a la menor actividad laboral de los domingos y las ganas acumuladas de la población de disfrutar del buen tiempo. La calzada fue tomada por esquimales, romanos, personajes del medievo, aristócratas del barroco, criaturas marinas y marineros, estrellas de la música... Sobre todos ellos, reinaron los dioses griegos.

La Sociedad Cultural y Deportiva Atlántida de Matamá se alzó con el primer premio del jurado con "Deuses e mitos da Antiga Grecia". Sobre su trono del monte Olimpo, Zeus abría la comparsa y contemplaba las coordinadas danzas de sus protegidos mortales. Mientras, Hades, dios de los difuntos, cerraba la escena acompañado de Caronte, encargado de guiar a las sombras errantes. "Había mucha calidad y no fue fácil decidir el ganador, pero la de Matamá era muy buena en todo lo que se valora", explica Roberto Giráldez, presidente de la Agrupación de Centros Culturales y Deportivos, que organiza el Entroido vigués, junto a la Federación de Peñas El Olivo y el Concello.

La marítima fue la temática dominante, con hasta cuatro comparsas. Se da la curiosa circunstancia de que las dos que se auparon al podio con los dioses griegos casi coinciden en el título: "Una comparsa la mar de salada", de la Asociación Carnavales de Mañufe, y "La mar de salados", de la escuela de baile Marcando Pasos, de Nigrán. Los primeros destacaron, entre otras cosas, por sus elaborados disfraces y maquillajes con los que se convirtieron en algas, caracoles, corales, medusas, caballitos de mar o perlas aún en su ostra. Jugaron con el sonido de la arena y también demostraron sus habilidades acrobáticas. Mañufe recreó el mar y los bailarines de la escuela de Nigrán lo surcaron. Lo hicieron con vistosas coreografías y logrados portaviones, que los padres construyeron restando horas de su sueño. "Hasta las 2 de la mañana nos quedábamos", recuerdan.

La crítica social la pusieron varias ANPAs del barrio de Coia -70 niños y 50 padres- que, con su comparsa "Oceánicos", quisieron recordar el movimiento "Nunca Mais" y actualizarlo con referencias a la LOMCE: "No más Wert-idos". Desde Pexegueiro (Tui) se desplazó un enorme mamut articulado, con esqueleto de hierro y pelaje vegetal, de "O regreso á cidade de xeo". La comparsa familia "¡Ah, ah!", de Moaña, confeccionó cada uno de los trajes de sus aristócratas barrocas con 80 metros de alambre y más de 7.000 chapas de latas de refresco, que tardaron tres años en reunir. A las asociaciones de vecinos de Navia, vestidas de romanos, les abrieron paso las cuádrigas de AFAN, creadas por alumnos de la ESAD. El centro cultural de Beade hizo un repaso por la música desde los años 50, de la mano de iconos como Elvis, Abba o Rafaela Carrá. Una Marujita Díaz de 86 años viajaba con Sara Montiel en un Rolls Royce. Las ludotecas municipales de Coia y de la Casa de la Juventud mostraron a sus 50 pequeños "ludohéroes". "Os pelimacanudos", vestidos de peliqueiros, pusieron el toque tradicional y "Os labregos de sempre", el glamour "agro" escoltado por dos bueyes.