Dejar fluir el arte es lo que pretende la sala Ingrávida de Porriño, que abrió sus puertas el pasado mes de marzo y que fue impulsada por la directora y el actor de la compañía de teatro Xerpo, Irene Moreira y Álex Sobrino. Ambos diseñaron un espacio de ensayo no sólo para sus alumnos, sino también para otros actores o músicos que deseen utilizar las instalaciones.

Estos últimos deben pagar por el uso de la sala. Sin embargo, en general "estamos abiertos a todo tipo de propuestas", entre las que destaca el trueque: a cambio de ensayar en Ingrávida, los artistas llenan la programación con actuaciones, señala Moreira.

Este nuevo lugar tiene el objetivo de convertirse en referente cultural en la comarca, una meta que, según Moreira, se está logrando, aunque "no esperábamos tanto éxito", asegura. En media, asisten setenta u ochenta personas a cada función. En relación al público, la directora de Xerpo afirma estar "sorprendida" porque es "muy respetuoso".

Este lugar también dispone de una cantina y una terraza con pizarra para los más pequeños. Además, cada sábado, a las 12.00 horas, los niños pueden asistir de forma gratuita a cuentacuentos.

Los lectores de prensa pueden encontrar en este espacio publicaciones periódicas de prestigio, como "The International New York Times".

El nombre "Ingrávida" partió de un artista cercano a Moreira y Sobrino, quien define la sala como "un sitio donde uno se puede distanciar de la realidad", indica Moreira. Un estado de evasión que se puede alcanzar, por ejemplo, este viernes y sábado, con el espectáculo de circo "Abrahamcadabra".