¿Es posible cambiar la sensación que produce un lugar a través de sus elementos decorativos? La respuesta es feng-shui. Esta disciplina oriental establece fórmulas para mejorar ambientes con el fin de que repercuta en las personas. "El feng-shui es una filosofía que busca un orden, un equilibrio que genere armonía", así lo define la decoradora Marisa Otazo, especializada en este ámbito.

"Es importante para las personas porque si ordenas tu entorno también ordenas la mente, y para cualquier ámbito de la vida es fundamental tener claridad", sentencia. Otazo, que posee una tienda en Vigo llamada El Ocho Mágico, relata los casos de personas que recurren a ella para intentar despejar sus hogares y sus vidas. Explica cómo ha trabajado en diversas viviendas en las que el almacenamiento de objetos o ropa hacían rebosar los armarios o dificultaban el recorrido por las habitaciones. Un síntoma que relaciona con el estado mental de sus moradores. "La energía tiene que fluir sin obstáculos en una casa, sin impedimentos que hagan que se escape o rebote. Es el equivalente a una persona estancada, con un gran atoramiento", describe.

Más allá del valor puramente estético de las técnicas de feng-shui, Marisa Otazo enumera de forma sucinta unas claves para armonizar hogares y negocios en busca del bienestar: salud y prosperidad.

"Es fundamental que en las casas no haya acumulación de cajas, ni motivos decorativos, ni ropa. Tampoco desconchados en paredes o humedades", destaca. La decoradora señala que estas acciones apenas suponen desembolso de dinero, ya que las puede realizar uno mismo. "El nivel espacial repercute en el emocional. Si tienes una casa atiborrada de cosas, estás congestionado de pensamientos, ideas y sentimientos", concluye.

Con respecto a los colores, aunque últimamente se estila la combinación de tonos poco habituales y fuertes, Otazo recomienda usar gamas neutras. "Los colores desprenden carga electromagnética, por lo que yo recomiendo usar tonos suaves y si se necesita alguno más intenso, introducirlo a través de cuadros o cortinas".

Otra recomendación que sugiere es ser cuidadoso con la colocación de los espejos. "No deberían reflejar ninguna puerta de entrada ni frente a la cama. En general deberían sacarse los espejos de las habitaciones, porque uno nada más levantarse ya se está juzgando. Y frente a la puerta principal, porque eso provoca que la energía salga rebotada y no entre en la casa".

En cuanto a los negocios, hace especial hincapié en ordenar el área donde se llevan las finanzas y en vigilar las fugas de agua. "Hay que potenciar el lugar donde se realizan las cuentas: que no sea un espacio pequeño ni oscuro, que no haya cosas amontonadas ni suciedad ni polvo. También hay que estar muy atento a pérdidas de agua, como grifos, averías o cisternas, porque simbolizan la pérdida de dinero", matiza.

A este respecto señala una práctica que se ha hecho habitual entre los empresarios americanos más poderosos: la colocación de la mesa en sus despachos. "Los directivos la sitúan arrimada a la derecha mirando desde la puerta de entrada, porque es la posición de mando para los hombres. Para las mujeres estaría en la izquierda", puntualiza.

Marisa Otazo insiste en que mantener el orden y la limpieza son gestos habituales y necesarios al alcance de todos. Más allá, existen gran cantidad de objetos decorativos que ayudan a armonizar las viviendas, como figuras de dragones o búhos, piedras, o los populares iconos que representan a Buda. A partir de este nivel básico, el feng-shui se despliega en un complejo sistema que tiene en cuenta las líneas electromagnéticas de la tierra, la orientación de las viviendas, las corrientes de agua subterráneas o la composición del suelo. "Más allá de su vertiente decorativa, es una filosofía que busca conseguir un espacio armónico que repercute directamente en nuestra vida para mejorarla", resume la decoradora feng-shui.