Solo tiene once años de vida pero va camino de convertirse en una de las fiestas de referencia de Galicia. La Brincandeira se citó ayer de nuevo con la Reconquista para celebrar la expulsión de los franceses y la participación de Bouzas en la liberación de Vigo de las tropas napoleónicas en 1809. El aluvión de visitantes abarrotó durante toda la jornada las callejuelas de la villa y desbordó las previsiones de los organizadores. Unas 20.000 personas, según la Asociación de Vecinos José Casas, no quisieron perderse la fiesta. La buena afluencia también contó con la inestimable colaboración del mercadillo dominical y la bendición de la Borriquita en la iglesia parroquial, también por la mañana.

"Esto es una locura, se nos va de las manos, empezamos hace 10 años con quince puestos en el mercado y ahora tenemos doscientos", asegura José Manuel Vidal San Gabriel, presidente del colectivo vecinal y vicepresidente de la Asociación de Comerciantes y Profesionales de la Villa de Bouzas. Las calles Eduardo Cabello, Alameda Suárez Llanos, Cádiz, Plaza de Diego Santos, Rúa do Pazo, Plaza de la Villa (praza de Urzáiz) y Santo Cristo fueron un hervidero de gente ansiosa por contemplar los talleres de barro y madera, así como a zoqueiros, cesteiros, olleros y otros oficios con sus exhibiciones en plena calle.

La Brincadeira conmemora la participación de Bouzas en la Reconquista viguesa -no fue anexionada al municipio de Vigo hasta el siglo XX- y ensalza la figura del entonces alcalde, Cayetano Parada y Pérez de Limia, protagonista principal en la rebelión contra los franceses. Levantó las "alarmas" (ejército de voluntarios) del Fragoso y, a pesar de su avanzada edad (65 años), se entrevistó con el alcalde de Vigo, Francisco Javier Vázquez Varela, para establecer el cerco a la villa viguesa, manteniendo un campamento en San Gregorio, en el arenal de Coia, desde mediados de marzo de 1809.

Sin representación teatral como en la Reconquista viguesa, el colofón de la fiesta boucense es el baile a media tarde en la Plaza de la Villa que escenifica la victoria con campesinos y marineros vestidos de época. "Cada año acude más gente ataviada", asegura José Manuel Vidal, que representa al edil Cayetano Parada.

La Asociación de Vecinos José Casas es la encargada de la organización de la fiesta, que se sufraga con el dinero que recauda de los puestos del mercado. "Solo tenemos 4.000 euros de presupuesto y todo procede del alquiler de los puestos, a los que no se les pide fianza", explica Vidal. A juicio del dirigente vecinal, el buen tiempo fue decisivo para la masiva afluencia de visitantes, que deja "muchos beneficios" a la hostelería.