El principal festival de música extrema del país que se celebra en Viveiro, una localidad lucense de 16.000 habitantes que triplica su población cada verano con la llegada del festival, acaba de anunciar la incorporación de la banda de metal de Los Ángeles Five Finger Death Punch, que llegará al Resurrection Fest 2014 inmersa en la preparación de su nuevo trabajo discográfico. A la novena edición de este festival se suman, además, representantes del punk británico como Gallows con su nuevo vocalista Wade MacNeil y los portugueses More Than a Thousand que presentan su recién editado Vol.5 Lost At Home.

Y para cerrar uno de los mejores y más destacados carteles del panorama nacional que encabezan grandes iconos de la música como Megadeth, NOFX, Down, Turbonegro, Lagwagon, Sick of it All, Amon Amarth, Carcass o Testament, entre otros setenta artistas, se incorpora el freak metal caricaturizado de Gigatron, además de bandas tributo como Display of Power con su homenaje a Pantera y Guerrilla con sus versiones de Rage Against the Machine. Además, la mítica banda alemana de hardcore-punk Rykers sustituirá a Death Before Dishonor, que han decidido cancelar su gira europea.

La organización anuncia la incorporación de las últimas bandas y avanza la distribución por escenarios, que contarán con su propio hashtag -#ChaosStage y #RitualStage - para que el público pueda comentar el minuto a minuto y compartir su experiencia en el festival. Y por primera vez, los asistentes dispondrán este año de zona de acampada situada justo al lado del al recinto del festival con cafetería, Wi-fi y más comodidades.

Más de treinta mil personas, según las estimaciones de la organización, aguardan impacientes la llamada del Resurrection Fest para "romper sus cadenas" y disfrutar del inmejorable ambiente que se genera cada verano en la localidad gallega que acoge a personas de diferentes partes del mundono que llegan a disfrutar, no solo de la mejor música metal y hardcore-punk del mundo, sino de la gastronomía gallega, la playa, la montaña y la calurosa acogida de los viveirenses.