Redondela amaneció ayer con un cielo gris plomizo, aunque con sus calles llenas de colorido y alegría gracias a las alfombras florales del Corpus. Atrás quedó una larga noche de trabajo realizado por un centenar de personas, que se esforzaron sin cesar durante horas para elaborar los artísticos tapices vegetales para honrar el paso de la Virgen "A Gabacha". Miles de personas acudieron a la villa para contemplar sus calles decoradas antes de la procesión y disfrutar de la tradicional Danza de Espadas y Penlas, una representación declarada como de Interés Turístico de Galicia.

Los actos religiosos comenzaron a las diez y media de la mañana con el traslado de la imagen de la Virgen desde Vilavella a la iglesia de Santiago, donde a mediodía se celebró la misa mayor cantada en gallego por el Coro Parroquial de Redondela. Tras la eucaristía, la imagen salió a hombros de los costaleros y rodeada de fieles, seguida de las catorce cruces parroquiales y los niños de primera comunión.

Antes de partir en procesión por las calles del casco viejo los mozos realizaron la primera representación de la Danza de Espadas y Penlas en el lateral de la iglesia, ante un público entregado que abarrotó la plaza. Esta tradición -según cuenta la leyenda- representa el baile con el que los marineros de la villa festejaron con sus espadas la derrota del temible dragón de la Coca. El origen de este baile típico, que combina elementos paganos y religiosos, se remonta al siglo XVI, aunque los historiadores no descartan que pueda ser anterior.

"A Gabacha" fue recibida por los fieles durante la procesión por las calles del casco viejo con una lluvia de pétalos desde las ventanas y balcones, mientras el paso de la comitiva destruía las alfombras florales que decoraban la calzada.

Escenario novedoso

La principal novedad de este año fue un cambio en el recorrido de la comitiva por el casco antiguo, ya que en esta ocasión no se hizo la tradicional parada en la plaza de Reveriano Soutullo, para realizar la ofrenda al Santísimo y representar por segunda vez la danza. Estos actos se trasladaron por primera vez a la plaza situada en la zona trasera de la Casa da Torre, mucho más amplia y con un graderío que mejora la perspectiva de los asistentes. A pesar del mayor aforo, el nuevo escenario se encontraba ya abarrotado de gente desde antes de que la procesión saliese de la iglesia, por lo que muchos asistentes se quedaron con las ganas de ver la representación al no poder acceder a la plaza, aunque la opinión general fue positiva por el cambio.

Tras esta parada, la marcha religiosa continuó hasta la plaza de la Constitución, donde actuaron por última vez.

Durante toda la mañana los niños disfrutaron de los gigantes y cabezudos y tuvieron la oportunidad de fotografiarse sobre la popular dragón de la "Coca", tirada como siempre por Benito Cascallo.

La jornada concluyó con una verbena amenizada por la orquesta Televisión en el Campo da Feira.