ÁGATHA DE SANTOS | VIGO

Guitarra eléctrica y acordeón para un rock hecho en Galicia y en gallego. Estas eran las señas de identidad de Os Diplomáticos de Monte Alto, un grupo que supuso un revulsivo en la década de los noventa y que marcó a toda una generación de gallegos. La banda supo conciliar dos realidades que parecían condenadas al distanciamiento: la aldea y el barrio, al tiempo que popularizó el rock en gallego, siguiendo los pasos iniciados por Os Resentidos. Nacía el "movimiento bravú", que se extendió a la velocidad de la pólvora por toda la comunidad y saltó de la música a la literatura, el audiovisual y el arte. Ahora, veinte años después, Non temos medo. Historia oral de Os Diplomáticos de Monte Alto, biografía del periodista Rodri Suárez, repasa la historia de los padres del "movimiento bravú" a través de los testimonios de los propios Os Diplomáticos y de escritores, músicos, actores, periodistas y artistas, como Manuel Rivas, Fran Alonso, Julián Hernández, Carlos Ares, Carlos Blanco, Antón Reixa, Xosé Manuel Pereiro, que reflexionan sobre su aportación a la cultura gallega.

Xurxo Souto, líder de la banda, estará esta tarde (20.30 horas) en la librería Cartabón de Vigo presentando este libro, en un acto en que se proyectará también el vídeo "Deitado frente ao mar", con letra de un poema de Celso Emilio Ferreiro. Pero este encuentro será también una oportunidad para reivindicar que Vigo y A Coruña son la misma ciudad, una premisa que defenderán el Diplomático y el escritor vigués Fran Alonso, dispuestos a poner la piedra piedra para la conciliación de las dos ciudades atlánticas. "Es un manifiesto algo provocador en contra de esa imagen localista que nos quieren vender porque si conoces A Coruña y conoces Vigo te das cuenta de comparten muchas cosas en común", defiende.

En su opinión, detrás de esta rivalidad, alimentada a través del fútbol y la política, se esconden "prejuicios e intereses caciquiles", cuando en realidad las unen más cosas que las que las separa. La principal y más importante, el oceáno Atlántico, al que le deben lo que son. Reconoce el músico, que reconoce que descubrió Vigo gracias a Os Diplomáticos. "Es muy importante que todo el mundo monte un grupo que te dé la oportunidad de salir y de compartir. Gracias a la música tengo relaciones fraternales en muchos sitios y yo me siento profundamente vigués", afirma.

El escritor Fran Alonso, autor de títulos como O meu gato é un poetaO meu gato é un poeta, comparte la impresión de quien hoy será su compañero de mesa y que la imagen que se difunde de A Coruña en Vigo es la de esa ciudad que le "saca todo" en infraestructuras y otros servicios, aunque matiza que cada vez son menos quienes se dejan guiar por este eslogan, cuyo objetivo es la rentabilidad política. "Al contrario, son dos ciudades que se complementan", dice.

"Creo que es el momento de superar distancias y de tender puentes", apuesta Alonso, que tiene el privilegio de ser el primer periodista que entrevistó a Os Diplomáticos. "Recuerdo su primer concierto, en Porriño. Fue entusiasmante, No hacía falta mucho más para engancharte", comenta Alonso, para quien el movimiento "bravú" , más que un movimiento estético es un espíritu. "Es una forma de entender la vida", sostiene.

Sobre el "espíritu bravú", apunta que su gran aportación fue consguir la diversidad musical que tiene Galicia en estos momentos. "En aquel momento crearon ese lugar donde todo concurre", explica el escritor, que aboga por otro movimiento "bravú" que devuelva el contenido a la palabra, que está siendo "privatizada", denuncia el escritor.