El Instituto Español de Oceanografía (IEO) fue uno de los primeros organismos del mundo que comenzó a dedicarse íntegramente a la investigación del mar y sus recursos. Fue en 1914 cuando el profesor Odón de Buen fundó esta institución que coordina los trabajos que se estaban realizando en laboratorios de toda España. Sólo tres años después, en 1917, la sede viguesa comenzó su actividad.

Con motivo de la celebración del Centenario del IEO, el Centro Oceanográfico de Vigo ha organizado la exposición "La Oceanografía ayer y hoy", que permite al visitante conocer los medios con los que contaban aquellos pioneros de la investigación y sus primeros logros, así como las líneas de trabajo actuales y ver de primera mano los enormes cambios experimentados.

Todos los objetos expuestos proceden del propio Centro Oceanográfico y han formado parte del mobiliario y de la equipación científica del laboratorio en un momento u otro de su trayectoria. "Es una forma de dar a conocer el trabajo que se hace aquí y de explicar al público general la utilidad de las investigaciones", destaca José Fumega, subdirector del centro.

La Exposición se divide en dos secciones: "La Oceanografía a principios del siglo XX" y "La Oceanografía hoy". La primera reúne una serie de piezas de mobiliario, publicaciones, aparatos, instrumentos, material de laboratorio, especímenes y fotografías que pretenden recrear las condiciones de trabajo de los pioneros. "Es muy curioso conocer las formas tan ingeniosas que ideaban para, por ejemplo, tomar con precisión la temperatura del agua de las profundidades; algo que actualmente se mide a tiempo real pero que, a principios del siglo XX era toda una odisea", comenta Santiago Lens, el investigador que se ha ocupado de la coordinación de la muestra, rescatando piezas que llevaban muchos años guardadas en el almacén.

Así, entre estos "tesoros" destacan un ejemplar del citado termómetro de inmersión; un correntímetro, para medir las corrientes; un microtomo, para hacer cortes finos de tejidos biológicos que funcionaba con una manivela; una estufa de laboratorio de los años 20; reactivos antiguos, microscopios y autoclaves, una especie de bidón para esterilizar objetos y medios de cultivo o un registro de datos de una campaña en Vigo de 1941.

La joyas de la biblioteca del centro también han salido de su "hogar" habitual para acercarse al público y se pueden observar algunas de las primeras publicaciones científicas que se realizaron sobre la Ría de Vigo, las primeras de 1916.