La capital do Ribeiro volverá a ser la capital del Reino. Al igual que a comienzos del Siglo XI, Ribadavia se sumerge en el Medievo donde trovadores y mercaderes se mezclarán con vecinos y turistas en la Festa da Istoria, una cita ya imprescindible.

Para poder revivir la época medieval, 300 voluntarios han trabajado duro para que no se eche en falta ni un detalle. Miguel García Domínguez, presidente de la Coordinadora, reconoce que los voluntarios "son el eje fundamental de la fiesta". Por ello, y como reconocimiento a su trabajo desinteresado, este año el pregón será llevado a cabo por el grupo encargado de representar la boda judía que, por otro lado, es uno de los momentos más importantes de la jornada del sábado.

El ambiente festivo comenzará el viernes por la mañana con la inauguración del mercado medieval. En él habrá 85 puestos de artesanía, 10 puestos de demostración de oficios artesanales y 30 puestos de alimentación donde comprar las exquisiteces más apreciadas del Medievo. Pasacalles, grupos musicales y de teatro amenizarán toda la jornada. A última hora del día, actuará el grupo Milladoiro frente a la fachada del Castillo, antes de que a la 01:00 de la madrugada los fuegos artificiales iluminen el cielo.

El sábado, el casco histórico estará repleto de actividad desde primera hora de la mañana, pero el plato fuerte será servido a las 11:30 horas cuando alrededor de 400 personas recorran las calles de la villa. Todas ellas disfrazadas. Y esa es otra de las claves de la Festa da Istoria. Al contrario que en otras recreaciones, en Ribadavia todos se disfrazan. Tal y como señala con orgullo Miguel García, "se representan hechos históricos completamente arraigados en el pueblo y eso se nota". La inmersión es tal que los más de 40.000 visitantes que esperean tener deberá pagar en maravedís, la moneda en curso en la época.

La boda judía comenzará pasadas la una y media del mediodía y, en ella, dos jóvenes celebrarán un matrimonio concertado mientras cánticos sefardís ambientan la ceremonia. También despierta curiosidad el ajedrez viviente. En el auditorio del Castillo, piezas blancas y negras lucharán por hacerse con la victoria en una vistosa batalla.

Por último, después de una jornada llena de actividad, a las 22:30 horas tiene lugar la cena en A Madalena. Cien comensales disfrutarán de una auténtica cena medieval en el interior de una antigua iglesia. Empanadas, vieiras, lamprea, truchas, cabrito y pasteles tradicionales formarán parte del menú. Y por supuesto, todo ello acompañado con vino del ribeiro y amenizado con grupos de animación y música. El menú tiene un coste de 55 € y los interesados en reservar una plaza deberán ponerse en contacto con la organización.

El punto y final lo pondrá el grupo de folk Quempallou que cerrará la fiesta y, con ella, el pasado medieval de Ribadavia, pero solo hasta el próximo año.