JORGE ALVAREZ | VIGO

Con un fin de semana por delante en el que los meteorólogos invitan a "tener a mano el paraguas" dos de las referencias museísticas de la ciudad de Vigo, el museo MARCO y la Fundación Barrié de la Maza abren sus puertas con múltiples actividades que son una buena excusa para visitar dos centros en los que tienen cabida las propuestas más arriesgadas.

El MARCO llega a la adolescencia

El museo vigués de arte contemporáneo cumple 12 años. Fue en el año 2002 cuando abría sus puertas y desde entonces los vigueses han podido disfrutar un sinfín de exposiciones y actividades que han acercado a la ciudad olívica las propuestas más interesantes de las corrientes culturales de hoy en día.

Artistas emergentes -como los de la propuesta Artistas- que se convertirán en artistas de referencia y que constatan la evolución del arte en los primeros años del Siglo XXI. Doce años de actividad cultural que han convertido lo que era una antigua cárcel en el centro de Vigo en un espacio de referencia en cuanto a las vanguardias se refiere.

Para celebrar el cumpleaños, el centro ha programado una serie de actividades que durante tres días pretenden convertir la solemnidad propia de un museo en una fiesta completa. Así, desde este viernes hasta el próximo domingo las actividades culturales se mezclarán con la gastronomía o la música. Para que nadie se quede sin la oportunidad de visitarlo, el MARCO ampliará sus horarios -abriendo incluso de madrugada- sin cobrar entrada por el acceso.

Para los más pequeños, el museo vigués mantienen los talleres alrededor de la exposición Uns e ceros de Ignacio Uriarte, planteando acertijos matemáticos para acercar el lenguaje binario a los benjamines de la casa.

Mientras los niños se acercan a las propuestas más arriesgadas del arte contemporáneo, los mayores pueden disfrutar de los proyectos que el Festival ArtFutura propone en la edición de este año. La ciudad vuelve a ser sede del festival de arte digital y se reserva algunas exclusivas difíciles de ver en otros circuitos.

Pero no todo será arte, los más glotones el restaurante del museo, comandado por Miguel Oliveira, se suma a las celebraciones con propuestas creadas ex profeso, un servicio de coctelería e intervenciones escénicas a cargo de Nelson Quinteiro. Y el aniversario tampoco se olvida de una vertiente cultural como es el de la música. Los guardeses The Pretty Shirts descargarán su rock and roll en el museo.

La Barrié se llena de basura

Otro de los espacios artísticos y culturales de la ciudad de VIgo, la sede de la Fundación Barrié de la Maza, se llena de basura para despertar conciencias e ilustrar de una forma directa la contaminación de los productos plásticos presentes en los océanos.

Christian Brändle, director del Museo de Diseño de Zúrich aseguraba estos días durante la presentación de la exposición Out of the Sea? que en cuanto a contaminación marítima "existe una catástrofe, pero no es irreversible".

Botellas mordidas por tortugas o fragmentos atacados por tiburones en alta mar al confundirlos con peces muertos son la huella de la conquista marina del plástico. También se muestran biberones, juguetes infantiles o neumáticos que llegan a kilos a las costas de Hawai.

Hoy en día la producción mundial de plásticos ha alcanzado la enorme cantidad de unos 8.000 kilos por segundo. Pero, ¿qué le pasa a un producto de plástico cuando llega al final de su ciclo vital? Enormes cantidades de plástico llegan a nuestros mares todos los días, y poco a poco se van transformando en una sopa, con graves consecuencias para nuestra salud y para la fauna y la flora marina.

Buena muestra, es la montaña de residuos que ocupa una sala del centro y que no es otra cosa que la muestra del plástico que se arroja cada cinco segundos a los océanos.