Una tarde tranquila de diciembre la calle del Príncipe de Vigo vive una jornada tranquila de compras. La gente observa escaparates y piensa ya cómo cumplir con la visita de Papá Noel y los Reyes Magos. Todo transcurre con la normalidad que caracteriza estas fechas hasta que los altavoces que ambientan musicalmente la céntrica calle suben el volumen, cambian los villancicos por música de discoteca. Arranca la tradicional flashmob de Navidad.

Centenares de personas participaron aquel día en la cita que convierte la Farola de Urzáiz en punto de baile y que sorprendió a los numerosos viandantes que recorrían la calle. Bailarines de todas las edades presumieron de ritmo y entusiasmo mientras sonaba la conocida canción Fireball de Pitbull. La coreografía, que circuló por las redes sociales para poder ensayar en los días previos, fue realizada por Ángel Martínez Piñeiro, que organiza habitualmente este tipo de encuentros.