Ludwig Hornung al piano, Viktor Wolf como clarinete y saxo tenor, Silke Lange al acordeón, Marc Muellbauer al contrabajo y Lucía Martínez a la batería, vibráfono y composición. El feliz resultado de este proyecto hispano-germano es "Azulcielo", el álbum más reciente de la joven y talentosa baterista viguesa, grabado junto a sus compañeros alemanes y recién editado por Karonte. Un grupo que va más allá del jazz con un sonido propio, enfatizado por la frescura y nivel técnico de todos sus componentes.

"Azulcielo" nace en el año 2009, afincado en Berlín y resultado del trabajo de Master, guiado por músicos como John Hollenbeck o David Friedman, que Lucía presentó para la Universidad de las Artes de Berlín, que obtuvo la distinción Summa Cum Laude. "La banda tuvo una muy buena aceptación, resultó un proyecto muy novedoso y, una vez acabada la música y consolidado el grupo, decidí grabar y editar el disco", explica Lucía Martínez desde Berlín, donde reside en la actualidad.

Multiinstrumentista y compositora, Lucía pertenece a la nueva generación de músicos de jazz en Europa, pero con el sabor del sur. Su estilo está influenciado por la música de raíz, la del mediterráneo y la de vanguardia. Todo ello se refleja en Azulcielo. "Es cierto que el disco va un poco más allá del jazz. Yo lo considero más camerístico. Mi intención era en un principio exprimir los recursos compositivos, es decir, emplear los recursos que la composición clásica aporta, más mi gusto personal por la música tradicional, en un contexto más jazzístico. La instrumentación ayuda también a esa sonoridad porque desde un principio tenía la idea de trabajar con acordeón y clarinete, dos de los instrumentos que aportan ese cierto carácter camerístico. Después hay temas como Silencio o X, que están pensados como composición clásica. En X, por ejemplo, está todo escrito y no hay solos pensados de manera jazzística o armónica, tiene, como en una forma clásica, una cadencia de bajo. Temas como Fogo do 23 se acerca un poco más al rock y al free.

Los hay más melódicos como Desayuno con mango, o Azulcielo, que busca otros recursos más contrapuntísticos. En definitiva, esta música pretende mostrar las Imágenes de sus temas, y para ello intento buscar recursos tanto del jazz como del clásico para llegar a un punto de encuentro equilibrado que aporta ese color que caracteriza al proyecto", expone Lucía, que en diciembre toca en Galicia y a la que espera un 2012 lleno de conciertos, tanto con Azulcielo como con MBM Trío y su propio Cuarteto.