G.M.P. | CANGAS

Una de señas de identidad del Entroido de O Hío es su espontaneidad y gran participación popular, de ahí que garantizar la seguridad de las masas de gente que se desplazan cada año a la parroquia canguesa y los posibles daños que algunos desaprensivos -generalmente "infiltrados" foráneos ajenos a esta tradición- puedan causar al patrimonio histórico y artístico son la principal preocupación de los colectivos ciudadanos y del propio Concello, que intenta habilitar los medios para prevenir incidentes. Esa cuestión se trató en la reunión celebrada anoche en la Casa da Xuventude entre representantes vecinales de los lugares que participan en la carnaval y del Concello, en cuyo nombre acudieron los concejales de Cultura, José Luis Gestido, y de Tráfico e Seguridade, Marisa Prieto, así como los jefes de la Policía Local y Protección Civil, Alberto Agulla y Cesáreo Coya, respectivamente.

Gestido defiende que la principal tarea es "concienciar" a los visitantes de que deben respetar la tradición y no pretender distorsionarla para que el Entroido de O Hío siga siendo "un referente cultural y turístico" de la comarca. Recuerda que hace un lustro se vivieron experiencias amargas por la masificación y los comportamientos incívicos de algunos, que obligaron a la autocrítica y a replantearse la situación para no poner en riego la continuidad de las fiestas. Desde entonces, coinciden, las aguas han vuelto a su cauce y existe interés compartido en que no desborden.

Policía Local y Protección Civil desplegarán sus operativos de seguridad, aunque sin intención de interferir, y la Guardia Civil, que ayer no estuvo representada, suele destinar medios adicionales. Las partes volverán a reunirse el 11 de febrero para ultimar el preparativo.