SELINA OTERO | VIGO

"Es más que decoración, es arte dentro de un local; en este caso, intento plasmar mi obra, con mucha luz y mucho color, en las paredes interiores para crear un ambiente determinado", cuenta Antony, uno de los grafiteros de mayor trayectoria de Galicia, con más de 20 años de oficio y murales en Balaídos, París, Nueva York o Frankfurt.

En esta ocasión le pidieron algo que nunca le habían pedido y en Vigo: plasmar su capacidad artística en un local, que en breve abrirá como tasca en el centro de la ciudad y que se basará en ofrecer productos gallegos.

Más allá de muros ubicados en espacios urbanos en los que pintar grafitis reivindicativos o simplemente dejar el sello personal del artista con coloridas formas en paredes exteriores que lo identifican, los grafiteros se reinventan continuamente y sus creaciones ya se pueden ver en persianas, fachadas, medianeras, vallas o incluso tiendas. "Esto sería ir un paso más allá, con un establecimiento entero con mi sello personal", apunta.

Para crear una atmósfera "centrada en Galicia", Antony echó mano de su propio imaginario sobre temas típicos de la comunidad y eligió un mural "de tipo realista" para un local que se llamará ´De Orixe´ y cuyo símbolo también diseñó: "una mano con una cunca de vino, en versión grafiti". "Priman los azules y los verdes, aunque también hay colores cálidos y marrones", indica el grafitero, que dedicó unos nueve días al desarrollo de la petición artística en el interior. "Está casi acabado", dice.

¿Sus herramientas? Igual que al aire libre, espray y escada. ¿Y en los murales? Grafitis realistas con motivos exclusivos de Galicia: "desde una meiga, un faro, una gamela o un bodegón con instrumentos tradicionales, hasta un collage de monumentos en los que junté las Cíes, el puente de Rande, la Catedral de Santiago o la Muralla de Lugo", describe el creador vigués. Lo considera un paso más "en el oficio" y el local se distinguirá por mostrar arte urbano en interiores, una nueva tendencia, y con la firma de Antony.