La gala de Navidad de Emgrobes, con la que se pone el broche de oro a las celebraciones y se agradece la fidelidad de los clientes del Centro Comercial Aberto de Tendas, no defraudó. La actuación estelar de los concejales Alfredo Bea y Aida Filgueira había levantado enorme expectación, y estuvieron a la altura. Ayer, por error, se decía que Alfredo Bea había sido "medallista olímpico", cuando en realidad se pretendía decir que fue "deportista olímpico", que no es poco. Durante aquella etapa fueron tales sus méritos que el pueblo de O Grove le nombró hijo predilecto, un título que, desde luego, jamás podría conseguir por su calidad como cantante, ya que deja mucho que desear. Pero tal vez sí por entrega y ganas de fiesta, pues se pasó la tarde metido de lleno en el papel que eligió representar, el del excéntrico Raphael. Nadie puede poner en duda, independientemente de preferencias políticas, la capacidad de Alfredo Bea para adaptarse a lo que sea e incluso para reírse de sí mismo y hacer reír, como demostró en esta gala.

Lo que también está claro es que Alfredo Bea, al que siempre trajo sin cuidado lo que opinen de él sus detractores, gana cada vez más enteros para convertirse en uno de los grandes protagonistas del próximo carnaval. Y puede que lo mismo ocurra con Aida Filgueira, que también quiso colaborar con Emgrobes participando en la gala. Y mientras él imitaba a Raphael, ella se convertía en la mismísima Rocío Dúrcal, para entonar aquello de "Me gustas mucho, me gustas mucho tú". Ellos fueron las estrellas de una tarde entretenida caracterizada por los problemas de sonido, la celebración de diferentes sorteos, la entrega de premios y la gran afluencia de público. Fueron unas 400 las personas que disfrutaron del espectáculo en el Palacio de Congresos y Exposiciones del Gran Hotel La Toja, y la mayoría, con el alcalde a la cabeza acabaron llorando de risa al ver la que se había montado, y sobre todo la que estaban montando los dos concejales invitados.

El espectáculo se prolongó por espacio de tres horas, sobre todo porque incluso hubo que deshacer un empate en la gran final, a la que también llegó Alfredo Bea, alias Raphael. En la parte más seria, la del concurso de verdad, el ganador fue el joven Dani Cornes, con una brillante interpretación musical en inglés, y a la guitarra, que puso al público en pie.