Han tenido que pasar 143 años desde que Julio Verne (Nantes, 1828-Amiens, 1905) internacionalizar Vigo en "20.000 leguas de viaje submarino" (1869), una de sus novelas más famosas, para que la ciudad vea nacer la Sociedad Verniana de Vigo, que se suma a una larga lista de asociaciones que honran al escritor repartidas por los cinco continentes. La asociación viguesa, que preside Javier Viana, hará su presentación en sociedad mañana ante la escultura en homenaje a Verne ubicada en As Avenidas, en un acto que incluirá la lectura del capítulo "La bahía de Vigo" de "20.000 leguas de viaje submarino", aunque los vernianos vigueses celebraron ayer el 182 aniversario de su nacimiento en el café bar El Golem, con "empanadillas vernianas," inspiradas en el universo del capitán Nemo, y sesión de cine.

–¿Cómo nace la sociedad?

–Es un guiño a la ciudad, a ver qué pasa. El capitán Nemo es como un símbolo de Vigo. Cuando se nombra a Verne siempre hay un defensor de Nemo. Cualquier vigués lo conoce a él y al pulpo de "20.000 leguas..." Y en los últimos tiempos, a través del revival, movimientos retrocientíficos, películas como "Wild Wild West" y "Sherlock Holmes" y todo este mundillo antiguo-moderno, Verne ha adquirido impulso. Y no todas las ciudades pueden presumir de salir en una de sus novelas, y menos en "20.000 leguas...", la que tiene el héroe más completo. Nemo tiene vida propia. Verne es un gran embajador de la ciudad.

–Nemo consigue además, lo que no se ha logrado hasta ahora, rescatar el tesoro de Rande...

–Verne fue un visionario. Supongo que conocería la batalla de Rande por las crónicas históricas sobre la flota de Indias y que debió de resultarle exótico una ría protegida por una isla, que en aquella época resultaba bastante remota. Y fue un precursor en la búsqueda del tesoro, algo que es una aventura perpetua y una enfermedad congénita en Vigo. Todos los buscadores de tesoros lo han intentado y cada vez que aparece una nueva técnica, se intenta de nuevo

–¿Quiénes conforman la asociación a día de hoy?

–De momento, un núcleo inicial de unas diez personas, entre las que hay periodistas, ilustradores, músicos y artistas. Nos gustaría contar con algún científico también.

–¿Una de sus metas es que Vigo sea sede del Congreso Internacional Verniano?

–Evidentemente, esta es una de las ideas, pero primero tenemos que presentarnos al mundo. La sociedad no nace con una misión decisiva como la de la Memoria Histórica o recuperar el Códice Calixtino. Nosotros hemos montado la mesa camilla con un brasero. Ahora hay que ver si la idea se expande o no. La ciudad está flacucha y debilucha y hay que darla un poco de vida.