La pista de hielo que cada año hace las delicias de grandes y pequeños, Nadalocio, cerró ayer sus puertas por este invierno. Abierta durante el período navideño, la propuesta de ocio recibió la visita de unas 14.000 personas, una cifra muy buena pero ligeramente menor a anteriores ediciones debido al buen tiempo, que animó a los pontevedreses a pasar sus horas libres en la calle, y a que los festivos cayeron en fin de semana, los días en los que se supone que debe haber más afluencia de público.

En las instalaciones en el Recinto Feiral, las familias pudieron disfrutar de la tradicional pista de hielo, de hinchables, una ludoteca y hasta una pista de karts. Los precios volvieron a ser, un año más, populares, desde 1 euro que costaba el acceso al recinto hasta los 8 que suponía el uso de un kart biplaza.

Con el cierre de Nadalocio la ciudad se despide hasta el próximo diciembre de las fiestas navideñas. Antes, ya se clausuraron el Pontexogos, en la Praza de España, con oferta lúdico-infantil y el Pontenadal, la feria de artesanía que hace suya la Praza de Teucro cada invierno.