Seixalbo celebró ayer su día grande con un desfile de comparsas y fiesta en la Praza Maior. Este núcleo rural de valor histórico-etnográfico en Ourense cuenta con su propio Entroido tradicional centrado en las figuras de Paquita y Nicanor, una pareja de cuerpo de paja de la que año tras año se conservan las máscaras como símbolo de fertilidad y se quema el resto. En los últimos años, como novedad, se incorporó a la familia el hijo Vicentiño, que junto a sus padres preside todos los actos del Entroido de Seixalbo, que comienza con el Domingo Oleiro. Paquita y Nicanor representan la fertilidad por eso sus máscaras se entregan cada año a una pareja que las custodiará todo el año en casa con la esperanza, eso dicen, de concebir un hijo durante este período.

Aunque este cometido ya no es relevante, la tradición se mantiene. Ayer la familia de paja fue quemada en la hoguera tal y como marca el ritual y las máscaras entregadas a sus nuevos protectores.