Las intermitentes lluvias le restaron afluencia, pero la Arribada volvió a aguantar el chaparrón. Baiona recibió a un total de 160.000 personas a lo largo del fin de semana, según los datos de la Policía Local. Y su presencia se hizo notar en el sector hostelero, que cerró tres días de celebraciones con una facturación que ronda el millón de euros. Es la primera estimación que maneja la Asociación de Comerciantes y Empresarios de la localidad (Aceba), según indicó ayer su vicepresidente, el restaurador Pedro Villamarín, que realizó ayer un balance "positivo" de un evento que consolida su título de interés turístico internacional al año siguiente de recibirlo.

"Finalmente ha sido una buena Arribada pese a las condiciones meteorológicas. Estamos contentos", recalcaba ayer el dirigente del colectivo empresarial, quien asegura que los negocios de hostelería han contratado a más de 200 personas de forma eventual para la ocasión. "Son empleos de muy corta duración, pero ayudan a gente que está en el paro al fin y al cabo", subraya. Los contratos firmados oscilaron entre los dos días y una semana. "Tanto los alojamientos como los restaurantes emplean gente para el sábado y el domingo, pero también con varios días de antelación para prepararlo todo", explicó.

Aunque el tiempo no ayude, la fiesta se ha convertido en la principal baza de Baiona a la hora de desestacionalizar el turismo y dar el pistoletazo de salida a la pretemporada, a la espera de la Semana Santa. Los hoteles colgaron el cartel de completo. "Hubo incluso cancelaciones a causa de las previsiones meteorológicas que se cubrieron enseguida y vinieron también muchos propietarios de viviendas de veraneo", señala Villamarín.

En el caso de la restauración, los establecimientos se llenaron el sábado, dado que las lluvias hicieron un paréntesis en las horas centrales del día. Y el domingo "funcionaron al 50%", indica el hostelero, "satisfecho" de los resultados que inicialmente se preveían peores.

Igual de orgulloso se mostraba ayer el alcalde, Ángel Rodal, "por la capacidad para superar las expectativas generadas, por el buen comportamiento de los visitantes y por la experiencia e la organización para solucionar sobre la marcha las adversidades meteorológicas".

3.000 personas en lanzaderas

Las medidas adoptadas para descongestionar el tráfico funcionaron, según destacó el regidor. El aparcamiento en el parque empresarial nigranés de Porto do Molle logró alejar cientos de vehículos de la villa y los buses gratuitos habilitados trajeron desde allí a más de 3.000 personas.

El operativo de seguridad contó con 200 efectivos y drones de la Axencia Galega de Emerxencias, además de un hospital de campaña móvil, que se estrenó el viernes con la trágica muerte de un baionés vecino de Gondomar de 45 años por atragantamiento tras un ataque epiléptico. Sus profesionales médicos atendieron a un total de 15 personas, 5 de ellas por intoxicaciones etílicas, y el resto, por diversas dolencias. No fue necesaria ninguna evacuación en ambulancia.

La tranquilidad se mantuvo a lo largo de todo el fin de semana, según indicó la Policía Local. Apenas se produjeron trifulcas y ninguna de ellas acabó con heridos.