ÁGATHA DE SANTOS - VIGO

Nadie duda de la impronta que en la arquitectura viguesa y gallega dejaron Jenaro de la Fuente Domínguez (1851-1922) y su hijo Jenaro de la Fuente Álvarez (1891-1963). Edificios como Casa Bárcena, el actual Centro Social Caixanova, el Hotel Universal y el edificio Pardo Labarta, en Porta do Sol de Vigo son algunas de las obras de De la Fuente Álvarez, quien también proyectó el monumento a Elduayen; mientras que la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial (antes Peritos) en la calle Torrecedeira, el edificio comercial de Príncipe con fachada también en Policarpo Sanz, la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales (antes Escuela Superior de Comercio), el edificio "La Peineta" en la esquina de Urzáiz con Lepanto, así como la Residencia Universitaria de la Universidad de Santiago de Compostela las firma su hijo, como él, facultativo municipal del Concello. Otros, por desgracia, desaparecieron bajo la piqueta en la década de los sesenta y setenta.

Pero lo que tal vez muchos no conozcan aún sea la faceta artística de los dos arquitectos, abuelo y padre, respectivamente, de una de las pintoras gallegas más reconocidas del siglo XX, María Victoria de la Fuente Alonso (1927-2010).

Organizada por la viuda y los hijos de Jorge Alonso de la Fuente, heredero universal de los dos arquitectos y de la pintora, "De la Fuente: generación de artistas, Arquitectura y pintura" reúne desde hoy, en la Sala II del Centro Social Afundación en Vigo reúne una veintena de planos y dibujos de edificios realizados por sendos arquitectos, junto con una selección de 18 lienzos de María Victoria de la Fuente Alonso, pertenecientes a la colección de la familia. Esta es la primera vez que pueden contemplarse en público los dibujos de los arquitectos, muchos de ellos auténticas obras de arte. Uno de estos dibujos es el que realizó Jenaro de la Fuente Domínguez en 1909 correspondiente al edificio Bonín, que se finalizaría uno par de años después. Entre estos dibujos y planos, hay carboncillos y acuarelas, que en muchas ocasiones no se limitan solo a reproducir la fachada del proyecto, sino también la calle, con detalles como viandantes, coches y los carriles del antiguo tranvía.

Aunque todas las obras de la exposición, tanto los bocetos y dibujos de los arquitectos como los lienzos de la pintora están a disposición de cualquier particular que desee adquirirlos, Raquel Gómez Figueroa, viuda del heredero universal, expresa su deseo de que sea una institución pública la que se haga cargo de este legado.

"A la familia nos gustaría que el Concello de Vigo o el Museo de Pontevedra adquiriese estos dibujos para que se conservasen juntos porque creemos, además, que tienen valor como parte del patrimonio gallego", afirma.