Ayer era el día. Ayer había que ir a Meiro a disfrutar de la Festa do Millo Corvo. Las mesas, situadas en la carpa que está instalada en las inmediaciones de la Casa do Pobo de Meiro, estaban llenas. Ayer se fue a comer, a disfrutar de la fiesta gastronómica en todo su esplendor. Era el día grande del Millo Corvo y los allí presentes acudían con hambre atrasada, que se dice. Los cientos de asistentes daban cuenta de las empanada de este millo corvo, que se antoja un manjar que no tardará en llegar a las grandes cocinas de los famosos chefs que hay en España.

Pero al tiempo que se apreciaba esta delicia de productos elaborados con este maíz negro tan especial, también se daba buena cuenta de unos huevos con chorizo, que había que festejar el día primaveral con el que nos ha honrado este segundo día del mes de abril.

La ya famosa ecotaberna del Millo Corvo abrió a la misma hora que estos días atrás, donde se venden productos naturales. El taller sobre el que ayer había cientos de miradas golosas era del "Requeixo e Iogures con leite de cabra". Solo nombrarlo acelera al máximo la función de las papilas gustativas. Verlo hacer y, sobre todo, poderlo probar derretía toda resistencia de aquellos que están a dieta. ¡Para chuparse los dedos!.

El programa de ayer contemplaba otras actividades, además de la gastronómica. Se presentó el libro "Misión Gallastegui" por parte de Alberte Portela Vázquez y antes de despedir la jornada matutina hubo una actuación del grupo de zanfona "Os Chavellos", que se las apañaban como podían para hacerse escuchar entre tanto entusiasta por la comida que se servía.

Por la tarde hubo un encuentro de consumo responsable, el encuentro Slow Food Convivium "Xantar de Vagar" y la actuación del grupo folk, "Pes na rúa".