Armenteira, en Meis, dejó de lado ayer su proverbial calma y tranquilidad para convertirse en un hervidero de gente. Miles de personas abarrotaron la pequeña aldea con motivo de la Romería de la Virxe das Cabezas, una de las celebraciones de su tipo más importantes del norte de la provincia.

Se trata de una cita en la que hay cabida tanto para los devotos que acuden a la misa y que solicitan a la Virgen ayuda para sus dolencias como para los jóvenes que van a comer en los prados que rodean el lugar o a orillas del río, y que en muchos casos llevan desde el domingo o incluso el sábado acampados en el lugar. Tampoco faltaron quienes se desplazaron para dar una vuelta por los puestos de venta ambulante y tomar algo en los numerosos puestos de comida habilitados.

Uno de los momentos más concurridos de la jornada fue a partir de las 13.00 horas, cuando tuvo lugar la misa solemne, seguida de la procesión, que contó como siempre con el acompañamiento de los bailes ancestrales de los Danzantes de Cobas. A partir de esa hora llegaron también a Armenteira cientos de personas dispuestas a buscar un lugar donde sentarse a comer. En muchos casos lo hicieron caminando, ya sea por las carreteras de Cabeza de Boi, Silván o Xil, o a través de la Ruta da Pedra e da Auga.

Entre las personas que realizaron la peregrinación hasta el monasterio se encontraron los dirigentes del Partido Popular de la provincia de Pontevedra. La vicepresidenta de la formación, Nidia Arévalo, y la secretaria de Organización, Luisa Piñeiro, encabezaron la expedición por la Ruta da Pedra e da Auga, en la que participaron alcaldes y concejales de la comarca, como Luis Aragunde, Salomé Peña o José Luis Pérez. Salieron de Barrantes poco después de las 10.00 horas, y llegaron para la misa solemne.

No estaba con ellos el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha regresado a Madrid tras pasar sus vacaciones de Semana Santa en Sanxenxo y recorrer diariamente la Ruta da Pedra e da Auga.

En lo que respecta al dispositivo de seguridad, corrió a cargo de Protección Civil de Meis y de la Guardia Civil. Los primeros de ellos se ocuparon de atender las incidencias que se produjesen en la iglesia y el atrio, y estaban acompañados por un médico. Varias personas sufrieron mareos en el interior del templo a consecuencia de las aglomeraciones de gente y las altas temperaturas, y una mujer tuvo que ser trasladada en ambulancia al hospital de Montecelo tras sufrir una caída en un escalón que hay dentro de la iglesia y golpearse la espalda contra una esquina. Protección Civil apunta que este año hubo más gente en las misas de la tarde que en las matinales, si bien la más concurrida fuese la solemne. En cualquier caso, señalan que hubo mucha gente durante todo el día.