Cuenta una historia que un hombre que antaño se dedicaba a transportar vino a lomos de su caballo se retrasó un día en su labor. Quedó prendado del canto de una pequeña que se entretenía mientras cumplía con el mandato de cuidar las vacas en el pasto. Aquella niña tiene hoy 81 años y sigue deleitando a quienes la escuchan con su facilidad para el canto y para guardar en su memoria coplas y cantares que son verdaderos tesoros de la tradición oral. Manuela Cortizo Medal conserva intacto ese espíritu alegre y capaz de encandilar, enlazando unos versos con otros, endulzando el tiempo al calor del hogar o animando la fiesta con su pandereta. El Concello de Cerdedo decidió en pleno distinguir a esta vecina, integrante del grupo As Cantareiras de Barro de Arén, con su medalla de oro, el máximo distintivo que otorga la administración municipal.

Manuela todavía no conocía ayer la decisión del pleno de hacerla merecedora de este reconocimiento público. Acogió la noticia con la alegría de ser profeta en su tierra y con la humildad que caracteriza a quienes verdaderamente merecen este tipo de distinciones. "¿A quién no le gusta? Me parece que no lo merezco pero... (...) ¿Quién no va a recoger un premio?", comentaba esta cerdedense al enterarse.

"Fue siempre muy cantarina", comenta esta vecina de Barro, con una memoria prodigiosa para repetir sin esfuerzo mil y una coplas. "Fue un don que me dio Dios", señala. Recuerda que su madre y su padre tenían también dotes para el canto y que desde pequeña, cuando la mandaban con las vacas, iba siempre cantando. Pero a su buena voz suma esta cerdedense una pasmosa habilidad para recordar las letras de antiguos cantares escuchados a lo largo de su vida. Para que esta tradición oral no se perdiese, el músico ourensano Xosé Lois Foxo acudió a Manuela Cortizo para realizar una meticulosa labor de recogida que verá la luz en unos meses, una obra en formato libro, CD y DVD.

Además, las coplas de esta mujer de oro fueron recogidas también por el estudioso de Cerdedo Calros Solla en el libro Cantares de Manuela de Barro, un trabajo en el que se incluyen más de un millar de obras, algunas de ellas compuestas por esta vecina. Manuela no puede disimular el cariño que le inspira este escritor, al que agradece profundamente la atención prestada. "Es un hombre que para mí es como si fuese un hermano", confiesa.

Todo un exponente de la tradición oral, Manuela Cortizo Medal pasó por programas televisivos como Luar o O Alalá, del canal autonómico. Además, recibió la medalla de oro de la Real Banda de Gaitas de Ourense.

Capaz de reproducir la letra de una larga canción casi con solo escucharla una vez, Manuela de Barro, como la conocen muchos cerdedenses, también puede enlazar, con o sin pandereta, un sinfín de coplas. Al preguntarle por su don para recordarlas, esta cantareira viaja entre los versos que bullen en su memoria. Tus ojos son dos tinteros, tu nariz pluma cortada, tus dientes letra menuda, tus labios carta cerrada. Continúa sin detenerse: Arrimeime a un pino verde por ver se me consolaba, o pino como era verde, ao verme chorar choraba. Asegura que conserva coplas de amor y desamor, de algarabía o propias de determinadas épocas del año, como la Navidad o el Carnaval. A tu puerta vida mía, está la luna parada, que detenida la tiene la hermosura de tu cara, continúa Manuela, que hila estos versos con estos otros: Ni eres alto ni eres bajo, eres como yo te quiero, eres la mejor naranja que tiene mi naranjero".

Tiene una copla para despedir, como procede en estos momentos, al Carnaval: Adeus martes de Entroido, adeus meu ruadeiro, ata domingo de Pascua non toco máis o pandeiro. Orgullosa de la distinción que se le concede ahora en la tierra que la vio nacer, Manuela reconoce también que irá a recoger esta medalla tan pronto como la inviten a hacerlo. Tira de nuevo, desde su buen humor, de la sabiduría popular: "más vale pájaro en mano que ciento volando".