Con el verano llegan los rastrexos, yincanas nocturnas terroríficas con pruebas físicas y mentales que nacieron en la comarca del Condado-Paradanta extendiéndose por toda la provincia y haciéndose muy populares en los últimos años. Correr por caminos, sortear obstáculos, huir de asaltantes, cruzar ríos y regatos y superar pruebas de fuerza, habilidad o equilibrio será primordial, sometiendo a examen el ingenio, la orientación y la destreza, así como el propio corazón, pues en cualquier momento uno puede ser víctima de los sustos y sorpresas preparados por la organización. El reto es finalizar el recorrido y superar el máximo número de desafíos planteados. Mientras hay gente que acude a participar con el objetivo de pasar un buen rato de risas y diversión, otros se lo toman como una auténtica competición y acuden como si de un trail se tratase.

La cita más inmediata será el próximo sábado, 8 de julio, en la parroquia ponteareana de Areas, que celebra un rastrexo pirata con un recorrido de 10 kilómetros a lo largo de sus montes. Para los que deseen participar que sepan que ya no hay plazas vacantes, el 28 de mayo a las 15.00 horas se abrieron las inscripciones a través de internet y en tres minutos se llenó el cupo. "Antes hacíamos como en todos lados, había que anotarse el propio día in situ pero la gente se quejaba porque ante tanta demanda tenían que venir muy temprano para coger plaza y se hacían largas colas de horas esperando", explica José María Fernández.

En esta tercera edición participarán 66 equipos de entre seis y doce miembros. Más de medio millar de personas, que tendrán que superar un total de nueve pruebas. En los días previos la organización pone todo a punto e incluso realiza el recorrido completo, también de noche, para comprobar las condiciones del terreno. Aunque la organización está formada por 15 personas, el día del rastrexo son más de un centenar los voluntarios que ayudan a que todo se desarrolle según lo previsto.

Historia

Estos rastrexos nacieron en la parroquia de Xinzo, en Ponteareas, hace ya case dos década y tras alcanzar su punto más álgido hace unos años, hoy podemos decir que se mantienen pero los que hasta entonces eran los más conocidos y tradicionales han desaparecido del calendario. "Es mucho el trabajo y esfuerzo que hay que hacer para organizar un evento de estas magnitudes", señala Fernández, "son muchos meses de trabajo para solo una noche, y si no hay un relevo, desgasta".

Aunque el de Xinzo era el más antiguo (que este año ya no se realizará), uno de los más conocidos y que más público atrajo siempre fue el de Fozara (Ponteareas) que tras diez años dejó de celebrarse, al igual que el de Arcos (Ponteareas), que se despidió con una recreación de la famosa serie televisiva Juego de Tronos, en el que destacó la presencia de un dragón gigante de 8 metros de altura y 12 metros de largo que expulsaba fuego por la boca.

Esta temporada además de los ya habituales en la comarca se incorpora uno nuevo, el de Barcia de Mera, que será el 29 de julio. Quedan aún por celebrase el de Guláns el 22 de julio, el de Oliveira el 5 de agosto y el infantil de Lourido y Fornelos (Salvaterra) el 28 de julio. No obstante, el calendario 2017 de rastrexos es mucho más amplio habiendo citas también en Tomiño, Nigrán, Tui, Mos, Porriño, Redondela o Gondomar, entre otros municipios.