NELI PILLADO | GONDOMAR

La Festa da Rosquilla de Gondomar regresa este domingo, 2 de julio, a la alameda de San Benito once años después de su última edición. Pese a haber sido reconocida en su día con el título de interés gastronómico y cultural de Galicia por parte de la Xunta, desapareció del calendario de citas culinarias en 2006. El Concello se ha propuesto recuperarla y cuenta con la colaboración de cuatro confiterías locales -Cristaleiro, Copena, Penisco y Melosa-, que preparan ya los más de 30.000 dulces que se servirán a lo largo de la jornada.

El evento servirá de arranque a la recuperación, también este año, del hermanamiento de la villa condal con su ciudad homónima en Portugal, según explicó ayer el alcalde, Francisco Ferreira. De ahí que el programa se inicie con la recepción al presidente de la Cámara Municipal de Gondomar, Marco Martins, con un concierto en la plaza del Concello a las 11.00.

Carmela Silva, Rosquilleira Maior

Una hora más tarde, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, leerá el pregón y será nombrada Rosquilleira Maior 2017 en la alameda, donde dará comienzo la degustación, con un guiño a la localidad lusa. Los paquetes de rosquillas variadas se repartirán, a 2 euros, acompañados de tazas que se llenarán de vinho verde portugués.

La asociación de empresarios OValmi colabora con la organización de un concurso de rosquillas con dos categorías diferenciadas para particulares y profesionales, que deberán presentar sus elaboraciones de 10.00 a 12.00.

A las 14.00, los actos se trasladarán al parque da Coelleira, donde tendrá lugar un picnic vecinal. Allí se desarrollarán por la tarde talleres infantiles a partir de las 16.00, actuará el dúo Ameva a las 17.00 y Bloquinho Aperta ofrecerá una batucada a las 18.00.