OSCAR MÉNDEZ | VIGO

Madrileño de nacimiento pero vigués de corazón, Eugenio González de Haz abandonó la capital del país con tan solo dos meses de vida para criarse y crecer en la que ha sido su ciudad durante los últimos 75 años. Hace varias semanas recibió la petición de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria para encargarse del pregón de la celebración, algo que aceptó sin dudar. Cofrade durante más de cuarenta años, ha participado activamente en innumerables procesiones durante las últimas décadas. Ya tiene redactado el texto con el que este sábado se dirigirá a todos los vigueses destacando el "notable" esfuerzo que han hecho en los años más complicados de la crisis. Su devoción por el Cristo es tal que en su despacho cuelga un cuadro con la imagen del símbolo que el domingo recorrerá las calles de la ciudad.

-¿Cuándo recibió la noticia de que sería el pregonero de la celebración y qué sensaciones tuvo en ese momento?

-Fue hace alrededor de dos meses cuando la Hermana Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria me lo hizo saber, aunque faltaba el visto bueno del alcalde. Es un tremendo honor que hayan pensado en mí porque nunca me imaginé que leería el pregón.

-¿Ya tiene redactado el pregón del Cristo de la Victoria?

-Acabo de terminarlo y ya está todo listo para darlo a conocer el próximo sábado en el Pazo de Castrelos.

-¿Cuáles son las ideas principales que ha incluido en el texto?

-Resalto la lucha que han tenido los vigueses en los tiempos difíciles de la crisis. Me acuerdo de su pelea cuando las cosas no vienen bien dadas y de la manera en la que siempre han salido adelante. También tengo palabras para el sector de los medios de comunicación, que es en el que yo trabajo.

-¿Qué le pide para ese sector?

-Al Cristo le pido que todos nosoros sigamos informando con objetividad. En algunas ocasiones toca hablar de cosas malas pero debemos hacerlo con seriedad y siendo fieles a la verdad.

-¿Acudirá a la procesión del domingo o se mantiene alejado de la celebración?

-Si, sí iré a la procesión. He sido cofrade más de 40 años e incluso anteriormente acudía cada año con mis padres. Durante varias décadas fui el encargado de portar uno de los cordones que lleva el estandarte, aunque últimamente el recorrido se me hacía muy largo y asistía como público a algún lugar concreto por el que pasaba la comitiva. Este año si completaré el trayecto.

-¿Con qué momento se queda de todos los que se producen estos días en torno a la figura del Cristo?

-Para mí el momento más especial, que incluso provoca que se me humedezcan los ojos, es cuando el domingo a las 19.30 horas el Cristo de la Victoria sale de la Concatedral. Es muy emocionante. También la Misa Solemne de la mañana o el descendimiento del símbolo durante la tarde del sábado son preciosos, pero me quedo con su salida del templo.

-Usted lleva décadas viviendo en Vigo y asistiendo a la procesión que parte desde la Colegiata. ¿Qué significa este evento para toda la ciudad?

-Para Vigo es una celebración muy importante. Muchos ciudadanos acuden en masa para pedirle al Cristo protección para sus seres queridos. Es emocionante ver a tantas personas reunidas en torno a un símbolo tan importante para la ciudad.