Un año más el municipio de Silleda acogió su Romería da Malla Agroforestal. Esta ya es la sexta edición que el impulsor del evento, Aurelio Fernández Villaverde, echa la vista atrás para recuperar una tradición clave en los trabajos del campo. Una jornada que en su momento estaba marcada en el calendario agrícola, era el día de la recogida del trigo y del centeno para la posterior elaboración del pan, alimento fundamental de cualquier familia. Un trabajo que fue evolucionando con el paso del tiempo. Por esa misma razón este evento intenta hacer un repaso de las tareas que se elaboraron, desde las primeras que fueron totalmente manuales hasta las que se desarrollaron con la ayuda de máquinas y motores.

Centenares de personas se acercaron a Trasdeza en la sexta edición de la cita en la que se recuperan aquellos valores que acompañaban a nuestros antepasados. Bautizada como la Romería da Malla Agroforestal, esta iniciativa que impulsa Aurelio Fernández se celebró en una finca anexa al centro de salud y al cuartel, enfrente de la Carballeira das Pedrosas. Las actividades ya comenzaron en torno a las 10.00 horas, con una pareja de bueyes de Coruxo que recorrió las calles del casco urbano para luego iniciar la labor de desgranado del cereal que se segó a finales de julio. A pesar de que la previsión para el desgranado era para las 11.00 horas, finalmente fue a las 12.00 horas cuando se puso en marcha el proceso. Como viene siendo habitual, los voluntarios, vestidos de época, enseñaron a los visitantes cómo se separaba el grano de la paja mediante diversos sistemas: usando primero la piedra, luego males y al final la maquinaria. El primero de los métodos consiste en golpear el centeno contra una piedra. El siguiente, la malla con males, una especie de palos enlazados mediante una tira de cuero con la que se golpea el cultivo para expulsar los granos. Varios voluntarios y asistentes pudieron probar esta actividad, la dificultad del golpeo, así como el cansancio que producía el trabajo.

Para terminar, se utilizó la maquinaria. La primera en usarse fue un aparato que cuenta con más de 100 años de antigüedad, tirada por un motor y polea plana, y a continuación se usó una máquina Campeva, con la que se mallaba hace 50 años y que realiza el desgranado y la limpieza del centeno al mismo tiempo.

El público asistente pudo disfrutar también de una exhibición de maquinaria agrícola moderna y tractores restaurados o de cómo encartar las cintas de sierras ambulantes. Con esta exposición de sierras antiguas y una máquina de hacer pellets, de algún modo simbolizan el pasado y el presente del sector forestal.

Después de la mañana de tradición y trabajo, se habilitó una carpa donde se colocó el pulpeiro "Porta da Estrada", y en donde se pudo degustar pulpo, carne ó caldeiro y churrasco.

Centenares de personas se acercaron a la finca para conocer de primera mano las costumbres de nuestros ancestros. Los comentarios eran de todo tipo, algunos reconocían que llevaban a sus hijos para que estos conocieran como se hacía el pan antes, incluso reconocían que ellos mismos desconocían mucho sobre estos trabajos que han evolucionado de una manera increíble. Otros, sin embargo, recordaban con añoranza el trabajo realizado durante años, ellos sabían de primera mano lo duro y largo que era el día de la malla. Además, también se pudo ver algún que otro peregrino en la zona, que, asombrado por la representación, no dudó en inmortalizar el momento para que fuese un recuerdo más en su camino. Tampoco pudieron marcharse sin antes probar un poco del pulpo y del churrasco que se servía en el lugar. En resumen, una jornada con tintes culturales y tradicionales donde familias enteras y vecinos de diferentes puntos de la comarca y de fuera de ella pudieron disfrutar y conocer de la mano de la Romaría da Malla Agroforestal.