"Ahora el mayor club de España es el club de la queja y, mientras todos sigan ahí, difícilmente vamos a cambiar". Eso decía ayer en el Club FARO Javier Iriondo, tras ser presentado por el sociólogo Gabriel Vázquez.

Ex deportista profesional, emprendedor, la tesis de Iriondo es que tu pasado no determina tu futuro pero los pensamientos que tu tengas respecto al futuro sí determinan tu presente. O sea que puedes coger más el control de tu vida pero debes leer más libros, escuchar conferencias positivas, debes asociarte con personas, todo menos entrar en el club de la queja.

Iriondo, que publicó en Oniro "Donde tus sueños te lleven", tituló su charla "cómo convertir el éxito el fracaso". Una de sus ideas básicas es que "el cerebro es muy influenciable y la neurociencia dice que el cerebro cambia el entorno y la información que recibes. Un 95 por ciento de la información que recibes hoy a través de los medios es negativa y con un impacto emocional enorme. Si constantemente absorbemos eso nos acabamos convirtiendo en nuestro peor enemigo. Estamos rodeados por un entorno negativo que parece tomar control de nuestras vidas, y por momentos nuestra mente se convierte en nuestro peor enemigo, llenándonos de miedos y dudas respecto al futuro, que afectan a nuestra vida personal y laboral. Podemos y tenemos que revertir esa situación".

Sueños a cumplir

Los sueños están para hacerse realidad, es lo que pretende demostrar este ex deportista que en Estados Unidos conoció y salió de los momentos más bajos de desesperación y sensación de fracaso. "En este momento –afirma– recibimos una información brutalmente tóxica, necesitamos cambiar ciertos hábitos y yo hablo de cómo aumentar la fortaleza mental para ser menos vulnerable a este entorno".

Siempre hay algo que podemos hacer cuando parece que todo se hunde, afirma. "Si yo me siento y no hago nada todo lo que me rodea me va a afectar. Uno tiene que ser responsable de elegir de la información que recibe, lo que nos haga mejor persona, lo que me va a ayudar a que mi mente sea mi amiga y no enemiga. Con todo ese entorno empezamos a dudar de nosotros mismos ¿seré capaz? Los miedos se te filtran. La visión que nos han planteado es cada día más horrorosa y si no tienes una visión de futuro te mueres en el presente".

Hace Iriondo una pregunta: ¿Hay alguien que cree que es ya un producto terminado, que ya es todo lo que puede llegar a ser? Y él mismo da una respuesta. "Yo digo que toda la vida estamos cambiando pero la cuestión es si lo hacemos para bien o para mal, si cambiamos a mejor o a peor. Y podemos hacerlo apera bien, siempre que nos quitemos creencias o falsas etiquetas".

Cambiar, sí, pero ¿cómo? "No hay manual de instrucciones –dice– pero podemos decir que el cómo es solo un 20 por ciento pero el porqué es un 80 por ciento. Queda claro que un cambio requiere pagar un precio pero lo que sí podemos afirmar es que cuando uno encuentra su porqué, aparecen fuerzas increíbles y el cómo viene por añadidura. Pero si comenzamos a lamentarnos de nuestra situación, a victimizarnos o a culpar a los demás, nos inmovilizamos. Encontrar el porqué es la clave".

Los pasos del cambio

Iriondo sostiene que el primer paso del cambio es definir cada uno su mayor "porqué", eso por lo que estamos dispuestos a luchar. Otro paso es inmunizarse del poder del entorno. "Influye mucho en nuestro cerebro si le dejamos –dice– y todo lo que nos dicta ahora es negativo, nos hace perder fuerza. Si estamos todo el día hablando del problema nos convertimos en parte del problema y, por mucho que uno se queje, esto no va a mejorar las cosas. Cada uno debe ser responsable de lo que sale de su boca y debe procurar generar un entorno positivo".

Dice Iriondo que estamos empeñados en que la sociedad cambie pero la sociedad la constituimos cada uno de nosotros y por tanto el cambio tiene que empezar por nosotros mismos. "Lo importante no es lo que ocurre, si no nuestra percepción de lo que ocurre y como reaccionamos ante lo que ocurre. Este es nuestro verdadero poder".

"La lógica no lleva al cambio, pero sí la pasión"

Iriondo habló de los 3 mitos de nuestra sociedad respecto a cómo percibimos nuestra propia identidad. Uno: soy lo que tengo. "Pero si perdemos lo que tenemos –dice– ¿qué nos queda?". Dos: Soy lo que hago. "Pero si un día pierdo mi negocio o mi trabajo ¿voy a perder mi identidad? ¿voy a ser menos persona?". Tres, soy lo que los demás perciben de mí.

Según él la verdadera dimensión es cómo te defines como persona, cuáles son tus valores, aprender a oír tu verdadera voz interior.

¿Hace falta tocar fondo para poder dar el cambio? Según Iriondo no es necesario pero tiene que haber una decisión emocional importante. "No es suficiente decir estoy harto, estoy incómodo –afirma– . No llega la racionalidad, la lógica no nos lleva ala cima, nos lleva la pasión. El mundo se mueve por emociones y son las autoras del cambio"

Potencial interno

Los miedos, las falsas creencias sobre nosotros mismos son lo que nos impide desarrollar nuestro potencial interno. "Ese potencial puede proyectarse siempre que nos saquemos esos prejuicios", dice.

Una tesis central de este es deportista es que cada uno de nosotros somos responsables de cómo reaccionamos ante las mismas circunstancias, y que aquí es donde encontramos dos clases de personas. "Unos se resignan ante esas circunstancias –afirma–, sintiendo que no tienen ningún poder sobre ellas. Pero si culpamos de todo a las circunstancias, estamos dando todo nuestro poder interior a algo externo, convirtiéndonos en víctimas de las circunstancias".