Sigue confirmando las considerables cualidades que el director cántabro Nacho Vigalondo demuestra tanto a la hora de expresarse en el lenguaje cinematográfico como, sobre todo, al escribir sus propios guiones. El brillante director nominado en 2005 al Óscar al mejor corto por '7:35 de la mañana' ha cimentado una filmografía más que interesante cultivada en dos terrenos muy bien abonados, la comedia romántica y el cine fantástico de monstruos. Sus tres primeras películas, 'Cronocrímenes', 'Extraterrestre' y 'Open Windows', es cierto que no han configurado todavía ese producto redondo y de gran envergadura popular que se merece, pero todo indica que no tardará en conseguirlo a pesar de que 'Colossal', elogiada en numerosos festivales internacionales pero acogida con cierta frialdad en Estados Unidos, no esté llamada a ello.

Pero sus virtudes son innegables y se consolidan con la labor de una Anne Hathaway, la ganadora del Óscar a la mejor actriz de reparto por 'Los miserables', que ha sido la auténtica valedora de la cinta y la principal responsable de que el proyecto saliese adelante. También Jason Sudeikis pone de su parte un esfuerzo notable. Con una primera mitad magnífica, somos espectadores de las desdichas de Gloria, una joven alcohólica y desbordada por la fantasía, que ha visto de un día para otro cómo era abandonada por su chico, Tim, y no tenía más remedio que dejar Nueva York para regresar a su pequeña población natal para encontrar empleo. Con semejante panorama se va abriendo paso la insólita vía de lo fantástico, que modificará radicalmente su presente. Por un lado, se topará con Oscar, un antiguo compañero de clase que sigue despertando en ella sus más nobles sentimientos, que le facilitará las cosas para que trabaje en su bar, y por otro se le abre el paso a un encuentro alucinante, un gigantesco monstruo que ha aparecido de la nada en la noche de la capital sudcoreana de Seul, sembrando la muerte y la destrucción. Es entonces, al irradiar el monstruo, cuando tiene sentido el prólogo de la cinta, acaecido 25 años antes, y van encajando las piezas de un relato entre onírico y metafórico que revela buena parte de su contenido.