[**½] - Dirección: Xavier Durringer. Guión: Patrick Rotman. Fotografía: Gilles Porte. Música: Nicola Piovani. Intérpretes: Denis Podalydes, Florence Pernel, Bernard Le Coq, Hippolyte Girardot, Samuel Labarthe, Mathias Mlekuz, Gregory Fitoussi, Pierre Casignard, Saida Jawad, Dominique Besnehard, Michele Moretti. Duración: 105 minutos. Nacionalidad: Francia.

Ofrece más de lo que cabía esperar de un producto con tantos riesgos, especialmente porque se acerca a la vida de un personaje de rabiosa actualidad, y sus imágenes contribuyen a enriquecer la visión que el espectador tiene de uno de los hombres clave de la política francesa de los últimos años, el presidente de la República Nicolás Sarkozy.

El método que ha utilizado el director Xavier Durringer, un profesional del cine y de la televisión del que vemos en España su primera película, se lo ha servido en bandeja el enjundioso guión de Patrick Rotman, que revela a un hombre en toda su dimensión, reflejando de modo especial su ilimitada ambición de poder y, como consecuencia de ello, su predisposición para luchar con todos los instrumentos a su alcance para lograr sus objetivos. Para ello su aproximación al personaje elije cinco años decisivos de su trayectoria, los que llevan desde que el presidente Chirac lo designa ministro del Interior de su gabinete hasta que, el 6 de mayo de 2007, gana las elecciones para la presidencia.

El actor que encarna al protagonista, Denis Podalydes, efectúa una labor espléndida marcada por los gestos, ademanes y actitudes del personaje. La paradoja de la historia que se cuenta es terrible, ya que el día supuestamente más glorioso en la vida de Sarkozy, el de su triunfo en las urnas, es a la postre el más triste y el que remarca más su frustración y, sobre todo, su soledad. Ese día su esposa Cecile, que ha sido su mentora en todo y que ha contribuido a hacer del él un auténtico «animal» político, le ha abandonado poniendo fin a una unión y a una eficaz colaboración de 20 años.

Desde este presente desolador los fotogramas nos retrotraen cinco años, un periodo decisivo en el que se forja su personalidad y en el que consigue hacerse con todos los resortes del poder, tanto en su partido, donde sostendrá una lucha sin cuartel con su rival Dominique de Villepin, como en su país.