Recuerde su nombre o apúntelo en la agenda porque está llamado a darnos jugosas sorpresas en el futuro. Se trata, por supuesto, del director afroamericano Jordan Peele, un profesional polifacético del mundo del cine, que ha ejercido de actor, de doblador de personajes de animación y, entre otras muchas cosas, de cómico en televisión que nos ofrece aquí su opera prima en la gran pantalla de la mano de un producto antagónico con el humor que le ha dado la popularidad en Estados Unidos.

En efecto, 'Déjame salir' es un thriller de terror que destaca por muchas cosas, pero esencialmente por dos: por su manifiesta originalidad y por valerse del miedo como instrumento para crear un clima de misterio alucinante. Escrita y dirigida por el propio Peele, esta cinta se ha convertido en uno de los títulos más destacados de los estrenos de última hornada, resaltando por una carga de crítica social, que hace alusión al racismo, sin precedentes.

Nunca podía haber imaginado el joven negro Chris que su visita a los padres de su novia, la blanca Rose, iba a encaminarse por semejantes derroteros. Más aún cuando las cosas empiezan con muy buenos signos y todo parece discurrir por el mejor camino. Los novios están enamorados y tanto los padres como el hermano de Rose demuestran con su comportamiento y simpatía que no ponen obstáculo alguno a un futuro matrimonio interracial. Así van las cosas hasta que sale a relucir de forma inusitada y repentina la verdadera realidad, marcada por el horror y por un tono de pesadilla.

La media hora final de la película no tiene nada que ver con lo que se ha visto hasta entonces. Como señalaba el director, las imágenes hablan de cómo se enfrenta EE UU a las diferencias raciales y de la idea de que el racismo es un demonio, un monstruo americano. También alude a la noción de irresponsabilidad y de lo que lleva al ser humano a no inmutarse ante auténticas atrocidades. Cuestiones de peso que se encauzan por itinerarios inéditos y recreados con un control absoluto de los resortes narrativos.