Hay que situarla ya entre los más destacado del cine español de 2017, un año que no pasará precisamente a la historia por la calidad de los estrenos y prueba elocuente de ello es que esta película y Verano del 93, de Carla Simón, podrían ser lo más relevante.

Si la última citada es una notable sorpresa, por tratarse de una ópera prima, ‘El autor' no es más que una nueva confirmación de la categoría de un Manuel Martín Cuenca que lleva tras de sí una corta pero magnífica filmografía que incluye cuatro títulos destacados La flaqueza del bolchevique, Malas temporadas, La mitad de Óscar y Caníbal. Incluida en la sección oficial de los festivales de San Sebastián y Toronto, recibió en este último el prestigioso premio FIPRESCI que entrega la crítica internacional.

Por encima de cualquier otra cosa, ‘El autor’ es una cinta sobre la creatividad, sobre las dificultades que engendra escribir cuando los problemas íntimos del escritor no le permiten encontrar la estabilidad necesaria para ello.

Martín Cuenca eligió para dar paso a este planteamiento la primera novela de Javier Cercas, Móvil, editada en 1987, que él mismo adaptó en colaboración con Alejandro Hernández, y que contiene, asimismo, ingredientes propios de la novela negra. Sin renunciar a un humor, también inequívocamente negro, que dota al texto de una innegable riqueza.

Con un factor fundamental en este caso y es la viabilidad y brillantez de un magnífico cásting en el que son piezas imprescindibles y de mucho peso Javier Gutiérrez, con una labor soberbia, los mexicanos Tenoch Huerta y Adriana Paz y, sobre todo, la revelación Adelfa Calvo, esta última en el cometido de la portera, con una tremenda exigencia. Álvaro, que lleva todo el peso de la trama vive, en una Sevilla sin tópicos, un momento muy delicado, ya que su mujer le es infiel y ha acabado rompiendo con ella, ha sido despedido con malas artes por no rendir en el trabajo, como lector en una notaría, y no tiene la imaginación necesaria para cumplir su mayor ilusión, escribir una novela.