Un espectáculo visualmente espléndido y multicolor que se introduce en las raíces culturales mexicanas con un control total del entorno humano y sociológico. Es un largometraje de animación realmente llamativo y creativo, forjado además por un cineasta debutante, Jorge R. Gutiérrez, conocido solo por un excelente corto, Carmelo, que conoce a fondo el terreno que pisa y que invita al espectador, tanto a los niños como a los adultos, a un viaje alucinante a través de la imaginería azteca, sus tradiciones, sus costumbres y, en suma, sus señas de identidad tan peculiares.

Con guión propio y de Douglas Langdale, la película -rodada en inglés en el original- combina con enorme habilidad y destreza factores tan consustanciales al género como el amor, la amistad, la fantasía y la magia, facilitando al mismo tiempo una visión fidedigna de México, sus mitos y sus gentes. Todo eso sin perder de vista el elemento fundamental de la historia, un relato que enfrenta a dos amigos de toda la vida, Manolo y Joaquín, por el amor de la mujer a la que ambos quieren, María, y por la que lucharán con todas sus armas.

Pieza fundamental en que el proyecto haya salido adelante ha sido el actor y director mexicano Benicio del Toro, que ejerce bastante más que de productor. A su sombra, el director ha conseguido sumergir en la trama elementos tan determinantes como el Día de los Muertos y toda la filosofía que ello conlleva, especialmente la lucha final entre la Muerte y su esposo Xibalbá, que se juegan todo a quién se quedará con el amor de María. Pero antes de llegar a esa solución pasan muchas cosas y la mayoría más que interesantes y deslumbrantes.

Primero porque todo arranca con la visita a un museo de un grupo de chicos revoltosos, conducidos por la guía turística Mary Beth, que no parecen disfrutar de lo que se les ofrece. Y eso no es otra cosa que el universo en el que habitan nuestros personajes. Son, por supuesto, Manolo, un torero de tradición familiar que no concibe el mundo sin María y cuyo «pecado» es que no es partidario de m matar al toro, lo que le enfrenta a un padre que se avergüenza de él, y Joaquín, que quiere ser soldado y convertirse en héroe, como su padre.