No se recupera a la mejor Isabel Coixet, la que nos dio títulos de la envergadura de ´Cosas de nunca te dije´ o ´Mi vida sin mí, pero sí es un paso adelante muy significativo tras las decepciones de ´Mapa de los sonidos de Tokio´ y ´Ayer no termina nunca´.

La cineasta catalana abandona el drama romántico, que ha sido asiduo recurso de su cine, para moverse en terrenos propios del thriller, con momentos muy cercanos al terror. La cinta reitera su sensibilidad a la hora de aproximarse a personajes femeninos y también algo hasta ahora poco habitual en sus fotogramas, la tensión que fluye de un relato que desata dosis evidentes de suspense y de inquietud.

Coproducción hispano-británica, se ha rodado en el Reino Unido y saca un buen partido de Sophie Turner, conocida por la serie Juego de tronos. El proceso de creación de la película fue, como la propia realizadora ha reconocido, un acto de amor, ya que se enamoró de la novela apenas cayó en sus manos. Lo curioso es que el protagonismo recae en una chica adolescente, un personaje ajeno hasta ahora a su obra, probablemente porque el tener una hija en esa edad cuando inició el proyecto le ha supuesto una gran motivación.

Esa muchacha, que está a punto de ser mujer, se llama Fay y atraviesa unos momentos muy delicados y preocupantes, sobre todo cuando su padre, al que está muy unida, es diagnosticado de una arterioesclerosis múltiple. Además, de un tiempo a esta parte cree ver a una persona, algo parecido a un fantasma, que es su auténtico doble. Una visión que también tienen otros, lo que incrementa su angustia y su desazón. Es la ocasión para entrar en un secreto familiar, que sus padres han ocultado celosamente y del que ella, pese a ser la más afectada por el mismo, ha sido marginada.

Con instantes intensos en la segunda mitad y que alteran mucho la estabilidad de Fay, la cinta se va aferrando paulatinamente a la opción de la intriga y del miedo. No llega a sentar como sería de desear las claves del relato, que no siempre por ello desprende la estabilidad oportuna, aunque sí se perfila como un producto singular y a menudo llamativo.