Escarba con precisión y con un magnífico diseño dramático en el mayor de los horrores que sufrió la humanidad en el siglo XX, el holocausto judío, superando los inconvenientes que genera al respecto un tema tan socorrido en las pantallas mediante una solución narrativa tan original como solvente. Por eso ganó el Premio del Jurado en el Festival de Venecia y logra que sus imágenes atraviesen la epidermis de un auditorio superado por la magnitud de los acontecimientos que desfilan ante sus ojos.

Una gran película, rodada en blanco y negro y con un metraje de 130 minutos, que no tiene ni un instante de desmayo y que confirma el buen estado de forma de un cineasta, el ruso Andrei Konchalovsky, que a sus 80 años sorprende por su notable madurez.

Autor de títulos de la categoría de 'Siberiada' y 'Tío Vania' y de varios productos made in USA de suerte muy diversa, entre ellos 'Tango y Cash', 'El tren del infierno' y 'Los amantes de María', Konchalovsky convierte al espectador en cómplice absoluto de lo que brota en la pantalla desde las primeras imágenes. Para ello elije a tres personajes, dos hombres y una mujer, que representan las diferentes opciones que litigaron en una segunda guerra mundial en pleno apogeo.

Jules es un funcionario francés que no duda en unirse a los colaboracionistas para poder mantener su cuota de poder; Olga es una aristócrata de origen ruso que se siente frustrada por la falta de hijos y que salva la vida de dos pequeños de los que se convierte en su protectora. Finalmente, Helmut es un oficial del ejército nazi de innegable futuro que se encuentra casualmente y tras varios años con una Olga que todavía despierta sus emociones.

Lo más novedoso de la cinta es que sus tres protagonistas se dirigen directamente a la pantalla para exponer sus problemas, sus puntos de vista y la trágica realidad que están viviendo. La película profundiza no sólo en el entorno bélico y en la terrible realidad diaria los judíos en los campos de concentración, entrando en detalles inéditos como que se exterminaba cada día en alguno de ellos a diez mil personas.