JORGE ÁLVAREZ | VIGO

Hace tiempo que no hace falta viajar hasta Hawai para encontrarse con las olas gigantes. Más cerca, en la Costa da Morte, estos muros de agua que pueden superar los veinte metros de altura se convierten en realidad para los surferos más aventureros en busca de riesgo a bordo de una tabla. Un documental Costa da Morte: La Última Frontera, del que ahora publican su primer avance, ilustra la búsqueda de El Dorado de los surferos y se vale de Asier Muniain, un especialista en estas lides, para documentar un viaje a lo largo y ancho de la costa gallega.

Han sido ocho años de trabajo a la caza de las mejores olas. Miles de mareas y una cuidada ruta que descubre rompientes hasta ahora desconocidas y que hacen del litoral gallego un destino ignoto para los amantes de un deporte que nacía hace más de 500 años en la Polinesia. "Si se masificase, se perdería el disfrute", explica Muniain. Sesiones de cabalgabas cuidadosamente planificadas que se traducen en espectaculares secuencias.

La relación del surfero con Galicia no es nueva. Acompañado en sus aventuras de un fiel escudero como es el también surfero Jerome Sahyoun, su presencia en diferentes eventos vinculados al mar lo han convertido una figura de referencia entre todos los aficionados. Muchos recuerdan hoy en día su participación en la exhibición nocturna organizada hace pocos meses en la playa de Patos.

Costa da Morte: La Última Frontera trata de enseñar el rostro más desconocido de un deporte en una de sus variantes más extremas. "Ha sido un trabajo muchísimo más complejo y sacrificado de lo que resulta a simple vista", confiesa Asier Muniain. Aún convirtiéndose en una postal, el largometraje no olvida su vertiente crítica con la tecnología y su influencia en el surf en el punto de mira. "Al igual que ha revolucionado la industria del surf, ha puesto en jaque muchos de los valores del deporte y la ética profesional", asegura Muniain.

Axi, como le conocen los más allegados y seguidores de sus aventuras, es un enamorado del Atlántico, no en vano frecuenta las playas de Portugal y la costa de Marruecos. De ello dan buena cuenta los vídeos que periódicamente publica en su página web. Retratos de un deporte que se convierte en un estilo de vida cuya filosofía trasciende cualquier aspecto del día a día.